Se Volvió Loco Tras Mi Muerte ( Violeta and Maurino )

Capítulo 146 

Maurino ni siquiera tuvo que mover un dedo, Violeta ya había preparado todo, le ajustó los condimentos, tomó un par de platos y cubiertos, luego colocó los tenedores frente a 

él. 

Mientras esperaban que el dueño trajera los tacos a la mesa, ninguno de ellos dijo una palabra. 

Violeta añadió chile a su plato y justo cuando estaba a punto de mezclar el picante con su comida, Maurino le cambió su plato lleno de chile, diciendo, “Si tienes el estómago delicado, mejor no comas picante.” 

Ella dejó los cubiertos y recuperó su plato, diciendo, “Un poquito no hace daño.” 

Maurino observó cómo actuaba, la insatisfacción de la joven estaba escrita por todo su rostro, pero él no intervino más, dejándola hacer, “¿Cuándo empezaste a comer picante?” Maurino había estado tan cerca de ella durante más de una década que conocía cada detalle sobre la chica y sabía que no solía comer picante. 

“Hace mucho tiempo, al principio no lo soportaba, pero luego me acostumbré. Nadie tiene el mismo gusto siempre, probar algo distinto de vez en cuando no está mal.” 

De repente, Maurino sintió ganas de fumar, sacó un cigarro de su bolsillo por costumbre, pero recordando que ella no soportaba el olor, lo guardó de nuevo. 

“Violeta, también has aprendido a lanzar indirectas, ¡utilizando el sarcasmo conmigo!” 

Ella bajó la mirada, comiendo tranquilamente de su plato. Mordió un pedazo y sin levantar la cabeza, de repente dijo, “Hermano, ¿podrías no traer a otras mujeres a casa, por favor?” 

Lo que hagas afuera no es de mi incumbencia, pero no me gusta saberlo.” 

Violeta pensó en la noche anterior, cuando él estaba con Dana en la habitación y en sus efusivas muestras de cariño; sintió un peso indescriptible en el pecho, “Si crees que te estorbo en casa puedo volver a la residencia estudiantil, total, no está lejos.” 

Su voz era tan suave que apenas se oía, pero Maurino la escuchó claramente a pesar del 

ruido del ventilador. 

Ella tomó una porción de cada plato, y cuando casi había terminado, Maurino comenzó a comer, terminándose todo lo que quedaba. 

Después de comer. 

Maurino la llevó de vuelta a la escuela, pero su aroma permaneció con ella mucho después de que se fue. 

Ernesto preguntó: ¿Sr. Paz, no le va a explicar lo que realmente ocurrió a la Srta. Violeta? El esperó a que la chica entrara a la escuela antes de desviar la mirada, “Ella no necesita 

saber. 

En la mansión de la familia Salazar. 

Sabina Salazar estaba indignada, “¿Cómo tienes el descaro de venir aquí? Vete, no eres bienvenida en esta casa.” 

‘Fuera de la casa de la familia Salazar, Dana había comprado muchas joyas, con sus 

ahorros de años, “Lamento lo sucedido con el Sr. Paz, no quise causar malentendidos con la Srta. Salazar, vine a disculparme. 

Espero que la familia Salazar pueda retractarse de la carta de desvinculación.” 

Sabina, con un vestido de color verde claro y el cabello recogido, usaba un collar de perlas al cuello y una expresión severa, se sentó en el sofá y sin levantar la vista dijo, “¿Quién no sabe que usted es la distinguida señorita de la familia Paz? Nosotros, la humilde familia Salazar, no podemos permitirnos provocarles. Mejor se lleva esas cosas, señorita Paz, nosotros no podemos aceptarlas.” 

Dana apretó los labios y dijo con tono suave, “¿Podría ver a la señorita Salazar? Puedo explicarle lo que pasó ese día.” 

“¡Explicaciones! ¿Qué más hay que explicar? Lucrecia ya me lo contó todo. Los asuntos de la familia Paz no son para que nosotros opinemos, pero nunca imaginé que él llegaría a fijarse en cualquier mujer. 

Si el Sr. Paz realmente quisiera casarse con Lucrecia, debería venir él mismo a explicarlo, en lugar de enviar a una persona indecorosa. Si no lo supiera mejor, podria pensar que la familia Salazar está abierta a cualquiera.”