Chapter Capítulo 367
Capítulo 367
Victoria se detuvo un momento antes de hablar con tono apacible.
-¿Ella se quejó contigo?–
-Alnorter es tan pequeño, no soy ningún tonto, no necesito que me lo cuenten para saber lo que le hiciste.-
Farel tomó una profunda respiración, su voz sonó algo grave–Mamá, desde pequeño solo he querido a una persona, por favor apóyame, no la trates mal.-
Victoria guardó silencio por un instante.
Su voz serena atravesó el auricular–Estoy entrenando su postura y elegancia para que encaje mejor en los círculos de la Familia Haro, es por su bien.-
-No lo necesita.-
Farel lanzó esas tres palabras con firmeza.
La voz de Victoria se enfrió–¿Ahora me vas a desafiar por ella? ¿Ya ni siquiera tengo el derecho de entrenarla? ¿Crees que estoy abusando de ella?–
Farel esbozó una sonrisa irónica–¿Acaso no es así?–
-Tú…-
-No estás entrenándola, simplemente no la soportas, no te gusta, la detestas, por eso buscas una excusa noble para molestarla.-
Farel la interrumpió, su voz sonaba clara y sobria en la profundidad de la noche.
-Porque ella viene del campo, no tiene una familia distinguida ni un respaldo poderoso, es común y corriente, por eso no entra en tu campo de visión.-
Se mantuvo en pie en silencio, mirando la oscuridad de la noche afuera de la ventana, con un tono burlón y autocrítico. -Pero mamá, debido a las condiciones privilegiadas con las que nacimos, estamos parados sobre los hombros de los demás desde el principio, disfrutando de recursos y tratos preferenciales, ¿qué derecho tenemos para despreciarlos?– -Los hijos de los ricos y poderosos, ¿qué derecho tienen para mirar por encima de la gente común que lucha por ascender?–
Victoria se quedó sin palabras por un momento.
No esperaba que un día, su sentido de superioridad, incrustado en sus huesos, fuera reprendido por su propio hijo.
Abrió la boca, furiosa hasta el punto de que su pecho se agitaba con cada respiración.
-¿Así que por Evrie me vas a confrontar?–
-No te estoy confrontando, solo estoy exponiendo los hechos.–dijo Farel–Si quieres que siga en la política con tranquilidad, deja a Evrie en paz.-
Con eso, colgó el teléfono.
Dejando solo el tono persistente de una llamada desconectada.
Victoria quedó al otro lado del teléfono, su ira aún no se había disipado.
¡Ese mocoso se atrevió a amenazarla!
Realmente se había vuelto loco por una mujer.
Farel regresó a su habitación, donde Evrie aún dormía.
Acababa de cerrar la puerta del balcón y había bajado la voz intencionalmente, así que no la despertó.
Farel se metió en la cama y extendió su brazo para abrazarla.
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Capitulo 367
Evrie, aún en sueños, sintió su aliento y se acurrucó instintivamente en su abrazo, su mano delgada reposando sobre
su cintura.
Era un gesto intimo y desprevenido.
Farel se apoyó en el cabecero y de reojo vio varios libros sobre arquitectura y estructuras en la mesilla de noche.
Recordó de inmediato el reciente incidente en la Plaza de Plata.
Un rico heredero inexperto había demolido una pared de carga durante una remodelación.
Cuando Simeón le llamó, dijo–Es un trabajo complicado, no quería aceptarlo, pero le dije algo y decidió hacerlo.-
-Le dije que si lo lograba, tú estarías orgulloso de ella.-
Farel cerró los ojos y bajó la cabeza para besar sus labios.
Un roce ligero, de extrema ternura.
El corazón, vacío durante más de veinte años, se sentía por primera vez completamente lleno.
El amor, es un viaje en ambas direcciones.
Cuando Evrie despertó, ya era de día.
Había pedido el día libre ayer, así que hoy tenía que trabajar horas extra en la obra.
El proyecto no podía retrasarse.
Se volteó, a punto de levantarse, cuando una mano grande sobre su cintura la arrastró de vuelta.
-No te muevas, duerme un poco más.-
Capítulo 368
Capítulo 368
La voz que “ozaba sus oídos era rasposa y ronca, cargada con la magnetismo de quien acaba de despertar.
Evrie dijo -No puedo, hoy tengo que ir a la oficina de proyectos, hay trabajo que hacer.-
-¿Vas a reparar ese edificio que está a punto de desplomarse?–
-¿Cómo sabes eso?– Evrie se sorprendió, -Sr. Haro, ¿acaso ha contratado a alguien para que me siga? Parece conocer todos los detalles de mi trabajo.-
Farel bromeó ligeramente -Sí, temo que huyas, así que compré a todos a tu alrededor, me informan las veinticuatro
horas del día.-
Evrie…
¿Realmente temía tanto que ella se fuera?
-Vamos, no te molesto más, levántate.-
Farel retiró la sábana, mostrando una pereza encantadora, su figura esbelta y su abdomen definido quedaban a la vista. Era una hermosa vista matinal.
Evrie no pudo resistir mirar un poco más, antes de levantarse para lavarse.
Mientras se cepillaba los dientes, Farel también entró, tomó su cepillo, aplicó la pasta y se colocó a su lado, cepillándose juntos.
Ambos vestidos con batas idénticas, parecían una dulce pareja de recién casados.
Sin el uniforme de trabajo habitual, el pelo desordenado caía sobre su frente, había algo irresistiblemente desenfadado y atractivo en Farel en ese momento.
El corazón de Evrie latía al ritmo del suyo.
Después de lavarse, ella se vistió y esperó fuera del baño.
En cuanto Farel salió, ella se acercó y rodeó su cuello con sus brazos.
-¿Qué pasa hoy que estás tan diferente?–
Evrie no dijo nada, se puso de puntillas y presionó sus labios contra los de él.
¿Quién no querría besar a un guapo con abdominales definidos en la mañana?
Farel tardó un par de segundos en reaccionar, luego tomó la iniciativa, sujetó su cabeza y profundizó el beso.
No fue hasta mucho después que Farel la soltó, con la respiración entrecortada.
-¿Ya has tenido suficiente? Si es así, vamos a desayunar y luego te llevo al trabajo.-
Evrie se hundió en su cuello fresco -No lo suficiente.-
-Entonces continuaremos cuando vuelvas del trabajo.-
Evrie no se movió, enredándose en él como un gatito, con un tono de mimos.
Sus manos se deslizaron por el borde de la bata, explorando esos abdominales.
Esta mujer se volvía cada vez más audaz.
La nuez de la garganta de Farel se movió varias veces, su mirada se oscureció -Si sigues molestando, no me importará volver a la cama y seguir allí.-
Evrie inmediatamente dejó de moverse.
Se retiró silenciosamente de sus brazos.
Todavía tenía que ir a trabajar, estaba muy cansada, no tenía tiempo para jugar con él…
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