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Capítulo 112

Cuando Violeta llamó, estaba emocionadísima.

“Iris, me debes una, encontré un video que puede aclarar todo, lo publiqué con mi cuenta, rápido, dale ‘me gusta‘.”

Mirando la poca batería que quedaba, me apresuré a encontrar el cargador.

Violeta era más fuerte de lo que imaginaba

No solo encontró el video del restaurante, sino también uno donde ella estaba ayudándome a salir del lugar.

Para que nadie dudara de la veracidad del mismo, consiguió videos de varios comercios de enfrente, mostrando diferentes ángulos, mismo momento, ella y Diego llevándome a mí y a Cristian.

Violeta también probó en Twitter que Lilia Alvarez había ido a propósito a su restaurante a filmar, solo para crear rumores sobre mí.

No hizo falta que ella dijera por qué Lilia había hecho eso, los internautas lo descubrieron por sí mismos.

La voz de Violeta al otro lado del teléfono sonó muy feliz, no paró de pedirme reconocimiento.

“Iris, ¿ves que tengo madera para ser Sherlock Holmes? Soy la justicia mismísima, la bella diosa de la luz de la luna, itu salvadora!”

“Bueno, entonces solo me queda ofrecerte mi mano, ¿qué te parece?” Mi voz también se llenó de risa, pero ella de repente soltó una carcajada fría.

“Iris, ¡no creas que no sé lo que estás planeando! ¡No me digas que te interesan las habilidades médicas de Diego y que por eso estás planeando depender de mí para salvar tu vida! Pero bueno, ¡no estaría mal! Jajaja.”

Si ella no lo hubiera mencionado, casi me hubiera olvidado lo de mi enfermedad.

Volví a tocar mi cabeza calva, lamentando no haber comprado más pelucas con la dueña del negocio.

Las pelucas tienen que ser del tamaño adecuado y necesitan ser cortadas, no es tan fácil encontrar una que se adapte a la perfección.

Después de colgar el teléfono, me di cuenta de que los comentarios en línea habían vuelto a inclinarse a mi favor.

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#PedirDisculpasAlris se había convertido en tendencia.

No solo pidieron que Miriam se disculpara, sino que también le pidieron lo mismo a Jonathan, y muchos internautas también me pidieron disculpas.

De repente, pensé que si mi vida fuera lo suficientemente larga, tal vez ser una celebridad en línea sería suficiente para ganar dinero para mi tratamiento.

Justo cuando me comencé a sentirme algo consolada, el teléfono sonó con una llamada de Miriam. Dudé por un momento, pero al final contesté.

“Iris, ¡voy a matarte, perra! ¡Perra!”

Ella claramente había enloquecido, se podía decir que estaba tratando de insultarme, pero no estoy segura de lo que dijo después.

Silenciosamente colgué el teléfono, pensando que probablemente, en el futuro no tendría nada más que ver con ella.

A lo sumo nos veríamos en la corte.

Ella me envió varios mensajes malévolos, pero no los leí, seguramente estaba furiosa.

Pensando que todo había terminado, sentí que era hora de volver.

Llamé a Jonathan pero no contestó, al final solo me mandó un WhatsApp diciéndome que no regresara a la villa.

En ese momento suspiré, parecía que Mohamed tendría que pasar por un juicio serio.

Lo que Jonathan estaba haciendo era básicamente darse un tiro en el pie.

Había admitido una aventura amorosa estando casado, la tercera involucrada llevó la vergüenza, e incluso se involucró en un caso legal…

Justo cuando estaba pensando en volver directamente al apartamento, el teléfono de Zaida sonó de repente.

“Iris, mejor asegúrate de tener gente cerca, o no salgas de casa. Vamos a atrapar a Miriam, pero se escapó, podría intentar hacerte daño.”

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Zaida se mostró muy ocupada, colgó rápidamente, y yo, con la mano en el picaporte, decidí que era mejor hacerle caso a la policía.

Jonathan también me mandó un WhatsApp, diciéndome que evitara salir del apartamento, y que si necesitaba algo, alguien me lo llevaría.

12-41

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Pensando en la cara de Miriam, no pude dejar de sentirme un poco insegura.

De repente sonó el timbre, y yo miré con curiosidad hacia la cámara que estaba

cerca.

“Señora Vargas, el señor Vargas ha pedido este servicio a domicilio para usted.”