Chapter Capítulo 81
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Capítulo 81 No te preocupes por mí
Sin embargo, la joven solo asintió. Encontró a Alejandro sentado en el sofá cuando regresó a la habitación y observó con atención la ropa que estaba usando el hombre. Recordó lo que le había dicho Griselda y notó que solo tenía una camisa negra que combinaba con su humor sombrio. Victoria no esperaba que su relación resultara de ese modo; aunque no se convirtieron en marido y mujer, ellos fueron muy amigos desde pequeños, solo que no tenian la intimidad de un matrimonio. Además, él la ayudó mucho.
La joven sabía que debía ser la primera en hablar, pero no pudo decir nada incluso después de observarlo durante un rato. Por eso, se fue al baño; cuando salió, él ya no estaba en la habitación, pero si tenía un mensaje en su celular. Lo abrió y notó que era de un número desconocido. «Este es mi número, Tori. Agendalo. Aunque quien se lo envio no dijo quién era, solo una persona la llamaba asi desde siempre. Luego de agendar el número de Bautista Moreno, le contestó: «Soy una adulta. ¿Puedes dejar de llamarme asi?».
Quizás tenia el teléfono cerca o lo tomó de inmediato porque contestó con rapidez. «Cómo puedo dirigirme a ti, entonces?». «Por mi nombre», respondió la joven. Como ambos se conocían, esa era la mejor manera. -¿Tu nombre? Muy bien; entonces te llamaré Copo de nieve. Parecía que el joven tuvo que pensar un instante antes de contestarle. Copo de nieve». Victoria frunció el ceño porque Alejandro solía llamarla asi y, por lo general, lo hacía cuando estaba molesto con ella. Justo cuando estaba por responderle, Bautista le envió otro mensaje.
De acuerdo, Copo de Nieve, tengo asuntos que atender. Descansa y te veré mañana“. Luego de leer el mensaje, la joven quería decirle que dejara de apodarla de ese modo, pero al ver la hora, se dio cuenta de que eran las diez de la noche.
-Pensar que aún a esta hora debe continuar trabajando.
Luego, pensó en Alejandro, que no estaba en la habitación y se preguntaba a dónde había ido. Dejó su teléfono, se acostó y se quedó dormida de inmediato.
A la mañana siguiente, la joven despertó y vio que estaba sola en la cama; parecia que Alejandro no había regresado a dormir. Se sentó para pensar un momento; luego, se puso de pie, se vistió y bajó las escaleras. Cuando ingresó a la sala de estudio, se encontró con Alejandro; ambos se miraron a los ojos y se quedaron perplejos porque no esperaban encontrarse. Luego de un instante, él la miró y tenía una expresión apática.
-Bautista nos ha invitado a todos a cenar hoy, équieres venir?
Victoria creía que él iba a ignorarla debido a lo ocurrido la noche anterior; incluso había pensado qué iba a responderle a Griselda cuando preguntara en la cena. Jamás imaginó que iba a hacerle una invitación. Como la joven estaba sumida en sus pensamientos, recordó cómo discutía de manera acalorada con Alejandro y, al ser joven, era muy despiadada con lo que le decía. En cuanto terminaban de pelear, ella se arrepentía de lo que le había dicho. Por ese motivo, no podia iniciar la conversación, por lo que decidía ignorarlo, pero siempre era él quien volvia a hablarle.
Con el paso del tiempo, eso se convirtió en lo habitual aunque se dirigia a ella de manera apática, a pesar de ser quien iniciaba la conversación. Si ella continuaba ignorándolo, él se enfadaria.
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-Está bien–asintió la joven luego de volver a la realidad.
Alejandro se emocionó un poco. Luego de desayunar, ambos se fueron de la casa. Iba a conducir ella, pero el hombre se detuvo a su lado, bajó la ventanilla del auto y le ordenó que se subiera. Como debían ir juntos a la cena, la joven lo obedeció y no conversaron en todo el trayecto a sus respectivas oficinas. En cuanto llegó a la compañía, Victoria recibió un mensaje de su amiga.
Sabrina: «¿Cómo has estado? Como se postergó la cirugía de la gran señora Calire, ¿también se atrasó tu divorcio?».
Victoria: -Si-.
Sabrina: «¿Qué? ¿Sabes por cuánto tiempo?
Victoria: -Aún no. La abuela está en reposo, así que debemos esperar».
Su amiga no supo qué responderle y Victoria se dio cuenta y decidió enviarle otro mensaje. -No te preocupes por mi; lo resolveré».
Sabrina
ya no le contestó, pero Victoria no se molestó porque creia que su mejor amiga estaba atareada trabajando. Justo en ese momento, Jazmín ingresó con una pila de documentos.
-Señorita Victoria, ¿hubo algún problema entre usted y el señor Calire anoche? -preguntó con cautela.
-No, todo está bien.
-De acuerdo -respondió, suspiró aliviada y dejó los documentos en el escritorio de la joven.
Le había pedido al conductor del taxi que esperara a que Victoria y Alejandro salieran del lugar, pero ellos no se retiraron de inmediato, sino que conversaron cerca del auto. Luego de un momento, parecía que estaban discutiendo, pero Jazmin estaba muy lejos de ellos y no pudo escuchar. Se sentia un poco culpable y no sabía si habia exagerado al contarle a Alejandro lo que había dicho César la noche anterior. A ella le pareció un hombre muy grosero y, además, cla queria que Victoria se quedara, por lo que decidió hacerle algunos comentarios al señor Calire para que defendiera a Victoria.
Mientras tanto, la joven notó la manera en la que la miraba Jazmín al mismo tiempo que revisaba los documentos, por lo que decidió enfrentarla.
-¿Qué quieres decirme?
-Nada respondió y sacudió una mano; luego, se rascó la cabeza un poco incómoda y le dijo que se marchaba.
-De acuerdo, por favor cierra la puerta.
-Está bien, señorita Victoria.
Luego, la joven se retiró; quería disculparse con su jefa por lo que ocurrió aquella noche, pero
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solo salió y cerró la puerta. No se atrevió porque Victoria no lucía muy bien y temía ofenderla. -La señorita Victoria no habría tenido ese problema si yo no hubiera intervenido». Mientras pensaba, se apoyó en la puerta y jugaba con los dedos porque estaba molesta. Justo en ese momento, Pedro se acercó con algunos objetos en la mano; al ver a la joven, le sonrió, pero comenzaron a escuchar a una persona desde el interior de la oficina.
-¿Crees que me preocuparía por ti si no estuvieras embarazada? ¿Cómo vas a solucionar esto? ¿Cuál es tu plan? ¿Crees que no te crecerá la barriga por el mero hecho de ocultarlo?