Se Volvió Loco Tras Mi Muerte ( Violeta and Maurino )

Capítulo 43 

Aunque por fuera parecia un tipo duro, con esa cara que ni los cuervos se atreverian a picar, habia una muchacha que conseguia ponerlo en su lugar. 

Lo que menos queria ver Violeta era ese rostro que, cuando enfrentaba un problema y no queria responder, se sumia en un silencio sepulcral. En su vida pasada, él era igual, si no quería hablar, no habla manera de abrirle la boca. “Mejor lo dejo, total, no sacaré nada de ti.” 

Luego, con las cejas fruncidas como si quisiera decir algo pero se detuviera, dijo: “Adrián, no sé qué te habrá dicho mi hermano, pero te aseguro que no tiene una mala intención. 

Perdi a mi familia desde pequeña y solo lo tengo a él, solo me cuida mucho, teme que alguien me lastime. 

Mi hermano se va a casar pronto y después ya no tendrá tiempo para mi, me siento como un estorbo a su lado. Pero si él me deja algún dia, no me dolerá, me ha cuidado durante once años, deberia estar agradecida. 

Pronto tendrá su propia familia, su propia vida y nada de eso tendrá que ver conmigo. 

Adrián, ¿alguna vez te ha molestado que soy huérfana?” 

Él apenas movió los labios para decir: “No.” 

Violeta dibujo lentamente una hermosa sonrisa en su rostro. “Entonces, ¿entiendes todo lo que te he dicho? ¿Seguirás evitandome?” 

Adrián nego con la cabeza. “No.” 

“Mi hermano solo teme que tenga un novio siendo muy joven y descuide los estudios, pero no te preocupes, no se tomará en serio lo nuestro, está muy ocupado como para preocuparse por nosotros. Desde niña me ha cuidado mucho, mientras yo esté alli, jamás te hará daño.” 

Violeta era alguien que no podia ocultar lo que sentia, los malentendidos existentes, preferial 

resolverlos cara a cara. 

Adrián respondió simplemente: “Está bien.” 

¿Por qué solo sabia decir una o dos palabras? 

Los ojos de Violeta brillaban más que la luna en el cielo nocturno. “Entonces Adrian, ¿quieres ser mi 

novio?” 

Adrián no sabia qué decir. 

La brisa nocturna soplaba las estrellas dispersas en el cielo. 

Después de que Adrián se fue, Violeta regresó a su habitación. 

Habian acordado que al día siguiente, Adrián seguiria ayudándola con sus estudios. 

Los malentendidos entre ellos finalmente se habian disipado. 

Valentina tenia sus propios planes para acercarse a Adrián, pero lo que no sabia era que Adrián no sentia nada por la Valentina de ahora. 

Ella yacia en su cama, consolándose a si misma. “Si termino con Adrián, ¿no seria aprovecharse de la 

11:50 

situación, cierto?” 

Porque Violeta ya sabia que Adrian siempre habla estado enamorado solo de ella, 

En cuanto a Valentina, no sentía mucho por ella. 

Violeta se preguntaba si estaba bien tener esos pensamientos. 

Pensando en todo eso, no olvido repasar unas palabras en inglés antes de quedarse dormida rapidamente. 

A la mañana siguiente, se levantó, abrió las cortinas y vio a Adrián abajo. Rápidamente se arreglo y bajó las escaleras. 

Ese día se habla hecho una trenza especialmente y dejado unos mechones sueltos alrededor de las orejas, sus labios estaban suavemente teñidos con brillo labial, mostrando un color encantador. 

Con la mochila al hombro, se agarró instintivamente de su ropa y se sentó en el asiento trasero de la bicicleta. 

En su vida pasada, Adrián le habia enseñado a montar a caballo y Violeta no tenia que hacer nada más que rozarle la oreja para que se sonrojara. 

Violeta metió la mano en el bolsillo delantero de su camisa y encontró algo caliente. Al sacarlo, vio que era una botella de leche.