Se Volvió Loco Tras Mi Muerte ( Violeta and Maurino )

Capítulo 38 

En la noche de hoy, acompañó a su prometida a una suntuosa cena de negocios. 

Violeta levanto la mirada y se encontró con el reflejo de las luces de los rascacielos en sus ojos, justo cuando en la gran pantalla aparecia Lucrecia, vestida con un elegante traje de gala color champán, con su cabello recogido, luciendo un collar de perlas, su piel brillando con blancura, irradiando sofisticación en cada detalle, con una sonrisa amplia y gentil, sosteniendo una copa de vino y enganchada del brazo de Maurino entre la muchedumbre, Maurino destacaba entre todos, su presencia única y dominante lo hacia imposible de ignorar. 

Estaban charlando animadamente con socios comerciales, con una expresión serena y confiada. 

Violeta miró hacia arriba y pensó: “Ustedes realmente hacen una pareja perfecta“. 

A una persona tan delicada y hermosa como Lucrecia seguramente no le faltaban admiradores. 

Recordó cómo en su vida pasada, su envidia por el talento y la belleza de Lucrecia la llevó a perderse a sí misma y a torcer su psique poco a poco. 

El sonido de los bocinazos de los coches en la calle la sacó de sus pensamientos y justo en ese momento, las noticias económicas en la pantalla gigante llegaban a su fin. 

Siguiendo su memoria, Violeta encontró un puesto de parrillada al aire libre que siempre estaba lleno de clientes por las noches. 

Eran poco más de las siete y normalmente el lugar no empezaba a llenarse hasta después de las 

nueve. 

“Oye, niña, me pareces muy familiar. ¿Ese uniforme es del Colegio Los Olivos, cierto?” 

El que hablaba era un hombre de mediana edad, con una camisa de chef blanca y cabeza rapada, de unos cuarenta o cincuenta años. 

Violeta asintió con la cabeza, “Si señor, estoy buscando a Adrián, ¿está aquí?” 

El chef respondió. “Qué coincidencia, hace apenas cinco minutos una chica vino buscando a Adri. 

Ahora están los dos en la cocina, que está un poco sucia. ¿Quieres que vaya a llamarlo?” 

Violeta echó un vistazo hacia la cocina y vio a Valentina agachada, lavando verduras. 

En ese momento, Violeta pareció entender algo. 

Retiró la mirada y dijo con indiferencia, “No se preocupe señor, no le diga a Adrián que vine a 

buscarlo.” 

“Eh niña, ¿por qué te vas tan rápido?” 

Cuando Violeta llegó a casa, solo podía enojarse consigo misma. 

Casi habia olvidado que Valentina habia estado enamorada de Adrián en su vida anterior. 

Valentina había perseguido a Adrián con fervor y cuando Maurino la envió al extranjero, Violeta vio en los periódicos internacionales que Adrián y Valentina se habían casado. Sin embargo, la felicidad no duró mucho; Valentina murió en la mesa de operaciones mientras estaba embarazada del hijo de Adrián, perdiendo dos vidas en el proceso. 

11:49 

Capitulo 35 

Violeta recordó ese incidente de repente, aunque ya había pasado mucho tiempo y solo lo había visto en los periódicos. 

Nadie sabia si Valentina y Adrián hablan tenido contacto en privado: Violeta no tenía forma de saberlo. 

Tomando el último autobús de la noche y después de un baño para refrescarse del calor, se sentó frente a su escritorio, ya casi a las ocho y media, con el cabello aún húmedo moviéndose con el ventilador, se quedó mirando su libro de Inglés. Finalmente, frustrada, lanzó el libro al suelo. 

Alrededor de las doce de la noche, Adrián se quitó su uniforme de chef y estaba listo para irse cuando Valentina pasó a su lado, sudando copiosamente y cargando una cesta de verduras, “Adrián, ¿dónde pongo esto?” 

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