Se Volvió Loco Tras Mi Muerte ( Violeta and Maurino )

Capítulo 20 

Adrián, esta vez no voy a arrastrarte conmigo. 

— 

En el Grupo Paz. 

Al final de la reunión, Maurino empujó la puerta del salón con decisión, vestido con un traje de diseñador negro, caro y elegante. Con una mano en el bolsillo, su presencia imponia al salir del lugar, seguido de cerca por Ernesto, quien reportaba la agenda próxima. 

Mañana es viernes y siguiendo la vieja tradición de la familia Paz, habrá una cena familiar. 

Maurino rechazó todas las invitaciones sociales y entró en su oficina presidencial Conseguiste la información que te pedi?” 

Su asistente asintió, “Ya la tengo. Adrián nació en Valverde, pero se mudaron a la capital debido a la enfermedad renal de su madre. La familia vive del pequeño consultorio que maneja su padre, con ingresos modestos. Además, cada mes tienen un gasto considerable en tratamientos médicos. Ahora, la principal fuente de ingresos de Adrián es una beca que consiguió al ser admitido en la Universidad de la Capital. 

Además, después de clases, suele trabajar en diferentes empleos a medio tiempo y los fines de semana da tutorias para ganar algo de dinero. 

Con respecto a la Srta. Violeta, se conocieron al inicio del semestre y hace poco más de una semana tuvieron “ina discusion.” 

En los ojos profundos y peligrosos de Maurino, habia una mezcla de indiferencia y calma. Sentado frente a su escritorio, tomó unos documentos, los leyó y firmó. 

Después de escuchar el reporte, el hombre soltó una frase, “No necesito más informes sobre esto. Cada semana deposita una cantidad para sus gastos en su tarjeta, incluyendo los dos años de colegiatura que le faltan.” 

¿Eso significaba que no se iba a involucrar más con la Srta. Violeta? 

Ernesto reflexionó al respecto, pero tenia sentido. Después de tantos años, la deuda de gratitud estaba saldada. 

El origen de Violeta y del presidente pertenecian a mundos distintos. Ahora que la familia Paz y la familia Salazar estaban a punto de unirse, la presencia de Violeta ya no era bienvenida. 

“¡Entendido!” Ernesto asintió y salió de la oficina. 

Sintió la vibración de su teléfono en el bolsillo. Era un mensaje de un número desconocido con Información sobre Violeta en la escuela. 

Reviso el contenido brevemente y vio varias fotos. 

Violeta estaba parada en un taburete frente al pizarrón y a su lado estaba Adrian. 

Ernesto notó la forma en que Violeta miraba al chico; no era la mirada de alguien que desprecia a otra persona. Su relación no parecia ser tan inocente como habla investigado. 

En las fotos también aparecia Violeta acorralada en un rincón del aula. 

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Caputo 28 

Era evidente que no había nada simple entre ellos. 

Los amores juveniles son comunes, no hay nada raro en ello. 

Incluso si Violeta fuera expulsada de la escuela por alguna razón, el dinero en su tarjeta bancaria serial suficiente para vivir sin preocupaciones en la capital hasta que se casara. 

Ernesto miró su teléfono, luego la puerta cerrada de la oficina presidencial y envió un mensaje: No hace falta seguir informando. 

Guardo su teléfono y decidió ignorar las fotos. 

Antes de volver a casa, Violeta comió un plato de tacos en la esquina. Luego de darse una ducha al regresar, salió del baño y vio su teléfono sobre el escritorio. Con el cabello aun húmedo, tomó el teléfono con vacilación, buscó en sus contactos el único número que habla guardado y finalmente. reunió el valor suficiente para presionar el botón de llamada. 

Pasaron tres segundos, Violeta contenia la respiración y entonces, solo escucho la voz fria de la operadora en su teléfono.