Chapter Capítulo 16
Capítulo 16
La chiquilla era menuda y delicada, con una cola de caballo larga, a lo lejos parecia estar protegida por el chico detras de ella, quien con sus brazos extendidos, apartaba a los demás, dejando un pequeño espacio libre solo para ella.
El autobús se tambaleaba y Violeta, sin un lugar donde agarrarse, solo podia aferrarse ligeramente al poste que sostenia Adrián, rozándose levemente la espalda el uno al otro, tocándose de vez en cuando.
Violeta miró hacia abajo, mientras una tenue sonrisa se dibujo inconscientemente en sus labios, el familiar y refrescante aroma a suavizante de ropa la reconfortaba de manera especial.
Porque Adrián era el único que, en su vida pasada, independientemente de lo mala que fuera, estuvo incondicionalmente a su lado.
En su vida anterior, ella fue despiadada, pero él fue el único que le dijo: “No importa en lo que te conviertas, ¡siempre serás mi tesoro!”
En aquel entonces, cuando Adrián se convirtió en un magnate de una empresa multimillonaria de internet, gastó el equivalente a cientos de millones solo para celebrar su cumpleaños.
Ni siquiera Maurino nunca habia hecho algo asi por ella.
Recordando el pasado, Violeta no se dio cuenta de que el autobús ya habia llegado a la entrada de la escuela. Se quedó inmovil por un momento antes de bajar del autobus. Caminaba despacio, pero la persona detrás de ella también se retrasaba, como si quisiera seguir a su lado.
Casi al llegar a la entrada de la escuela, Violeta se detuvo y reuniendo coraje lo llamó: “Adrian“.
Cuando se volvió hacia atrás, Adrián pasó por su lado con una expresión indiferente, como si ella fuera aire,
10 si no existiera.
Camino rápido, dejándola atrás sin posibilidad de alcanzarlo.
Al entrar en la escuela, Adrian ya estaba con una banda roja de monitor en la manga, revisando las insignias escolares de los estudiantes que pasaban.
Parecia que no tenia la menor intención de hablarle, probablemente a raiz de las palabras hirientes. que ella le habia dicho la última vez.
Violeta se sentia un poco desanimada mientras caminaba con la cabeza baja hacia el interior de la escuela.
Durante el día, trató de encontrar la oportunidad para disculparse con él pero no lo consiguió.
La mañana transcurrió en una nebulosa y por la tarde, durante un examen, Violeta sentada en la parte de atrás, observaba cómo Adrián y su clase jugaban baloncesto en el patio.
El examen era una prueba corta de veinticinco minutos para evaluar los conocimientos básicos de matemáticas.
Su compañera de pupitre le susurró: “Violeta, ¿en qué estás pensando? Apúrate con el examen, que ya casi hay que entregarlo“.
Violeta volvió al presente y vio que su hoja estaba en blanco, ¡no había escrito nada!
Capitulo 16
Se apresuró a concentrarse y comenzó a escribir su nombre.
Pero lo que escribió fue: ¡Adrián!
Valentina lo notó y la miró con los ojos como platos: “Violeta, ¿te has vuelto loca? ¿Sabes de quién es esta clase?
¿Cómo se te ocurre escribir el nombre de Adrián?”
Violeta, en un torpe apuro, intentó borrar el nombre con cinta adhesiva, pero la tinta del boligrafo no se quitaba.
No tuvo más remedio que tachar el nombre y con el tiempo restante, apurarse a responder las preguntas.
Antes de que pudiera escribir las tres primeras respuestas, ya estaban recogiendo las pruebas.
Cuando se llevaron su examen, en la cabeza de Violeta solo resonaban dos palabras.
¡Estoy acabada!