Rómpeme Cúrame y Olvídame novela completa

Capítulo 190 

Briar se dio cuenta de qué algo andaba mal con Eric en los últimos días. 

Empezó a notar que el niño se volvía más rebelde y por alguna razón, esa mirada en los ojos de Eric le quitaba a Briar las ganas de mirarlo de frente. 

En los últimos días, Nadia se la pasaba pidiendo quedarse en la casa y se la vivia chocando con Eric, todos los encontronazos terminaban con Nadia llorando y buscando que Briar lo regañara, pero el chico parecía no tener el menor interés en explicarse. 

Eric miraba a Nadia lanzarse a los brazos de Briar como si le diera igual que su propio padre anduviera por ahi con cuanta mujer se le cruzara, porque al final a él no le importaba. 

Cuando Briar se iba a trabajar, Nadia fulminaba a Eric con la mirada, -¡No te confies tanto!- 

Eric le respondía con una sonrisa cargada de sarcasmo, -Tú no me interesas para nada- 

Parecía que habia levantado sus espinas para defenderse de Nadia y Briar, siempre sonriéndole a este último con falsedad, con una burla dolorosa en su mirada. ¿Cómo es que un niño de cinco años podia tener esa expresión? ¿Cómo cabia tanto rencor en su corazón? 

La nueva movida de Nadia fue un fin de semana. Carlota había salido a visitar amigos y justo esa noche Briar también tenía una cena a la que asistir, así que le dejó las llaves a alguien más y dejó a L -solo en la casa, esperando a que su gente llegara para secuestrarlo otra vez. 

Cuando Briar llegó a casa a las diez de la noche, se quedó petrificado al ver el desorden que había en la casa, como si un rayo lo hubiera golpeado. Todo estaba revuelto, el salón parecía haber sido saqueado,, Briar tomó aire, era incapaz de creer que en un lugar tan exclusivo y seguro como en el que vivian… hubieran entrado ladrones. 

Con un mal presentimiento, Briar corrió escaleras arriba hacia la habitación de Eric, gritando su nombre, -¡Eric!- 

Pero… no hubo respuesta. 

El corazón de Briar se apretó, su rostro se palideció y empezó a respirar rápido, su corazón latiendo desbocado. Como era fin de semana, todos los empleados se habian ido a casa y él había dejado a Eric solo al salir. 

Revisó cada rincón de la casa con los ojos rojos y la voz temblorosa, -¡Eric! ¿Me oyes? ¡Eric, ¿dónde estás?!- 

Eric había desaparecido, se lo habían llevado esos tipos. 

Las pupilas de Briar se contrajeron de golpe. Si Melody se enteraba de lo que había sufrido Eric en su casa, seguro que agarraba un cuchillo y venía a ajustar cuentas con él. 

Mientras tanto, Nadia se reía con maldad, sorprendida de ver que, aunque Briar siempre parecia indiferente a Eric, en realidad le importaba mucho. Definitivamente había acertado con su jugada, jera mejor cortar de raíz el problema! 

Se acercó a Briar diciéndole, -Bri, tranquilo, vamos a seguir buscando…” 

-¿Buscar qué?-Briar rugió, con los ojos inyectados en sangre y una expresión aterradora. Nadia nunca lo había visto tan desesperado, parecía un niño que había perdido la última esperanza, -¡Llama a la policía! ¡Llama a la policia!- 

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Capitulo 190 

Eric había desaparecido, jera su propio hijo! Aunque para los demás Briar fuera un don nadie, su corazón también sufria. 

La policía, al escuchar que la casa del famoso Señor Briar había sido robada y que su hijo había sido secuestrado, se apuró a llegar a la casa en plena noche para buscar pruebas. Pero al llegar, solo encontraron muebles y objetos tirados por doquier, era un desorden total, y las pruebas que podrían haber tenido estaban completamente destruidas, lo que complicaba aún más la búsqueda. 

Al ver a los policías negando con la cabeza, Briar se les acercó y les agarró de la ropa, -¡Encuentren a mi hijo! Si no, ¡mañana les cierro la comisaria!- 

No importaban los objetos valiosos dañados, nada se comparaba con la importancia de Eric. 

Viendo a Briar tan enloquecido, Nadia se llevó la mano al pecho, sintiendo un escalofrio. Por suerte, lo que había hecho esta vez fue a prueba de fallos, sin dejar rastro alguno. Si Briar llegara a descubrir que 

ella habia estado detrás de todo… témia que nunca tendría la oportunidad de salir con vida de esa. 

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