Renaciendo como la esposa del PADRE DE MI MARIDO

CAPÍTULO 19

UN CAOS.

Rania se puso recta, tenía el cuerpo adolorido, pero alzó su mentón mientras Hakim se detuvo, y el montón de gente también lo hizo.

Un silencio tenso Sapoderó del momento, y cuando él preguntó:

-¿Qué sucedió? -llegaron unas enfermeras, y el mismo médico de anoche apareció de la nada. Así que las palabras de Rania murieron enseguida.

-Permitame, mi señora….. -Laya salió de la habitación arrinconándose, y el médico siguió-. Van a cumplir.

el tratamiento.

Hakim tenía una mezcla de preocupación y furia en sus ojos.

-¿Pregunté qué pasó?

-Señor, permítame darle un informe… el bebé tiene una infección, algo muy fuerte, ingirió… algo que no debe pasar en un bebé de casi un mes, puede ser mortal para él.

La garganta de Rania se comprimió y sus ojos se nublaron.

-¿Qué? ¿Cómo pudo suceder? Solo toma fórmula… -El médico negó preocupado.

-Es lo mismo que pienso. Puede haber algo en el agua, el mal manejo… -Hakim se giró hacia Rania.

-Dijiste que confiabas en tu criada…

-Estoy segura de que -Hakim levantó la mano.

-¿Mi hijo estará bien? -le preguntó al médico.

-Lo estará, señor… pero debe recibir el tratamiento, y será un tratamiento fuerte.

-No quiero que esté aquí, ordenaré que usted y todo el hospital, si es necesario, junto con el equipo que

necesita, vaya al palacio…

El médico asintió.

-Por supuesto señor, como usted ordene.

Rania limpió sus lágrimas rápidamente, mientras temblaba como una hoja, Hakim la miró con el ceño fruncido, y nadie le impidió entrar a la habitación cerrando la puerta de golpe.

Rania se quedó mirando todos los ojos de esa familia que la acusaban, y luego pasó observando a Laya mientras tenía un poco de miedo a lo que pudiera pasar con ella.

En cuestión de unas horas todos desaparecieron, y prontamente, su hijo fue trasladado en una ambulancia

hasta el palacio.

Ya había gente que preparó toda una habitación, y el personal médico y de enfermería le explicó los turnos,

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Rania se quedó al lado de su hijo y le pidió a Laya que se quedara con ella todo el tiempo, y supo que el rey estaba reunido con su madre, y nadie había querido comer, muchos menos ella.

-Sufro por mi niño… sabía que ella no podía cuidarlo. Incluso había intentado hablar con ella hoy por la tarde, su conducta me estaba demostrando otra cosa, pero es descuidada, sabemos cómo es… -Hakim levantó los ojos a su madre, mientras tenía un nudo en la garganta.

Se restregó los ojos, estaba agotado, las negociaciones habían estado un poco turbias, y la presencia de Samir, había sido un punto negativa.

-Por favor… ten cuidado con nuestro niño, Hakim -él asintió a su madre y luego vieron cómo Yassira dio toques suaves en la puerta entreabierta de la biblioteca-. Me voy Hakim… pasaré a ver a Omar. No estaré en

la misma habitación de esta mujer…

-Ve madre…

Hakim se levantó para servirse un trago y Yassira soltó el aire cuando estuvo frente a él.

-No quiero incomodar, ya te llegarán las quejas en tu ausencia, pero no puedo hacerme la vista gorda.

-No estoy para nada tuyo, Yassira. Vete…

-Hakim… Y el rey se volvió a ella furioso.

-No se te olvide tu lugar Yassira.

-Emir… por favor, no tienes que hablarme como si fuese la causante de todos tus problemas…

Hakim se rio con ironía.

-No me apetece recordar nada que tenga que ver contigo, y ahora mismo no es el momento para nada de lo que quieras decir… sal, déjame solo.

-Estoy preocupada por ti, aunque no lo creas. Yo di pecho, todas las mujeres pueden hacerlo. ¿Sabes por qué Rania no lo hizo?

Hakim tomó un trago de golpe.

-Porque solo se interesa por su figura, para que no se caigan sus pechos, o no darse de dolores de cabeza. ¿ Cómo es posible una infección de ese bebito? ¡Por Dios! Es una completa descuidada. No pensarás dejarla a solas con ese bebé… corre peligro.

Hakim sintió que la garganta se le quemaba, y dejó el vaso en la mesa sin querer seguir escuchándola, mientras su mente se puso loca.

¿Por qué carajos se tenía que dañar lo que parecía arreglarse? Era evidente que después de todo el mal merito que Rania había hecho durante un año, no podía confiar en ella.

Dio largas zancadas, sentía una rabia de sí mismo en sus venas, y luego entró a la habitación que había arreglado para atender a Omar.

Su entrada fuerte hizo saltar a Rania, que miraba al bebé, y Laya dejó de doblar su ropita.

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-Sal… Laya miró a Rania y ella asintió-. ¿Cómo pudo ocurrir esto? ¿Qué cuidados le han dado al niño?

Rania se apartó de la cuna especial, Omar estaba completamente dormido.

-Por favor, no alces la voz, no es fácil que descanse con el dolor en su estomaguito…

Hakim estaba agitado cuando vio a su hijo, y sus venas pinchadas, tomó el brazo de Rania y la llevó afuera.

-Puedo mandar a colgar a todas las criadas por esto… -la soltó-. Incluso tú puedes recibir un castigo por esto Rania…

Ella abrió los ojos con miedo y negó.

–Confío lo suficiente en mi criada… estoy segura de que esto no viene de mí, nunca le haría algo a mi propio hijo….. -sus ojos se nublaron tanto que ella no aguantó retener las lágrimas y Hakim se acercó mucho.

—Esas lágrimas, me las conozco… te conozco muy bien, sé cuándo te ves acorralada…..pero no funcionará.

El corazón de Rania se apretó ante la duda en las palabras de Hakim, pero podía entenderlo, una mujer que

era igual de ponzoñosa que las demás, le había dejado una abertura muy grande entre ellos.

-Hakim

ella trató de tocarle el rostro, pero la mano de él, se aferró a su muñeca, y comenzó a caminar

con ella con rapidez.

-¿Qué haces?

-Voy a llevarte a una habitación diferente, te quedarás ahí hasta que mi hijo se recupere…..

-¿Qué? -ella trató de resistirse, pero él no la escuchó.

Llegaron a un más o menos cerca de la habitación que le prepararon a su hijo y Rania se desesperó.

-No puedes hacer esto…

-Tú y esa criada, son las únicas que han estado al lado de Omar…

-Hakim, por favor… -él la hizo entrar en la habitación, sin embargo, ella se retuvo en su ropa-. Piensa sé

que no tengo el mérito de que me creas… tu segunda esposa murió de la misma forma que yo iba a hacerlo

…

• ¿Es una casualidad? No lo creo… alguien quiere dañar a Omar y a mí… ¡Por favor, escucha!

Hakim se quedó quieto, y luego la miró.

-No dejaré que nadie cuide a Hakim del palacio….. contrataré a nuevas personas y personal del hospital… en cuanto a eso, investigaré yo mismo, y si alguien, trató de hacerle algo a mi hijo… las pagará muy caro.

Mientras, te quedarás aquí…

-Hakim… no me dejes sin Omar….. ¡Hakim!

Rania soltó los sollozos, esos mismos que retumbaron en los oídos de Hakim cuando se retiraba y ordenaba a los guardias vigilar a su esposa…