Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Blanca, al escucharlo, se enfurecié en silencio.

—Cdllate, yo queria volver al hotel anoche, ¢cémo fue que terminé en tu tienda
de campafia? — le reclamé con furia.

Berto arqueé una ceja y sonrié con pereza. —Eso deberias preguntartelo a ti
misma. —

La actitud de Berto solo servia para aumentar el dolor de cabeza de Blanca, con
un latido constante en las sienes.

Pero no podia culparlo del todo.

Después de todo, la noche anterior... hubo un par de veces que realmente le
habia suplicado que la abrazara.

Los eventos tras su borrachera eran confusos y dificiles de descifrar.
Respirando hondo, Blanca lo miré con desdén y se dirigié hacia el hotel.
—Mejor olvidarlo, maldito perro.—

Evrie se quedo en su lugar, observando a Blanca, y no pudo evitar sonreir.
Miré a Blanca, luego a Berto, y se acercé para preguntarle.

—¢ Qué esta pasando aqui...? —

Berto, con resignacion, abrié sus manos —Como ves. —

Evrie —¢ Todavia no has conquistado a Blanca? —

Con un suspiro, Berto expreso su frustracion —Me lo esta poniendo muy dificil,
esta mujer solo quiere jugar y no esta dispuesta a comprometerse. —

No sabia qué mala suerte habia tenido.

Se habia enamorado de ella.

Evrie —...—

Berto continué quejandose, mostrandose un poco lastimado —Y todavia me
acusa de ser un Don Juan. Dime, ¢quién es el que esta jugando con quién aqui?
Evrie se encontré en una situacién incomoda y sin palabras.

Pens6 por un momento y defendié a Blanca —Blanca esta enfocada en su
carrera. Quizas no se toma el amor tan en serio. Berto, deberfas esforzarte mas.
Berto suspir6 profundamente —Qué desgracia. —

De repente, recordo algo y le pregunté a Evrie —¢ Hay alguna actividad en la
empresa hoy? —

Evrie sabia lo que él queria hacer.copy right hot novel pub

Ya que se conocian bien, le dijo la verdad —La empresa organizé un dia de
esqui, asi que Berto, si vas a por ella, vistete mas abrigado para no resfriarte. —
Berto solo llevaba una camisa delgada —...—

Alas nueve de la mafiana, todos se reunieron fuera del hotel.

Como iban a la estacion de esqui, cada uno vistié su atuendo de invierno.

El autobus viaj6 una hora antes de llegar a la estacion de esqui, donde el
departamento de recursos humanos tomé una foto de grupo y luego todos se
dispersaron para cambiarse.

Evrie no estaba interesada en esquiar.

Vestida con un traje de esqui y con su equipo, se quedé al margen observando a
los demas emocionados y gritando mientras descendian por las empinadas
laderas.

En su vision periférica, vio a la siempre animada Rosana sentada sola, luciendo
melancélica.

Se acerco a ella y le pregunté —Rosa, ¢qué te sucede? —

Rosana parecia palida y agit6 su teléfono mévil —Mi novio no ha contestado mis
llamadas en toda la noche. —

Evie —...—

La joven estaba claramente obsesionada con su amor.

Ella traté de consolarla —Cada quien necesita su espacio. Si no te contesto en
una noche, tal vez esté ocupado.

—¢ Cuando tenias novio, él también te trataba asi? —

Evrie no supo como responderle.

Acaricio la cabeza de Rosana para distraerla.

—Evi, tu espalda no esta bien, mejor no hagas ejercicio intenso. —Rosana
estaba preocupada.

Evrie hizo un gesto despreocupado con su mano.

—No te preocupes, he estado viendo a un acupunturista recientemente. Su
técnica es muy efectiva. —

En otro lugar.

Se lanz6 con entusiasmo en sus esquis, bajando la pendiente.

Luego, a mitad de camino, se estrell6 y quedo esparcida en la nieve.

Luchando por levantarse, reshalé una vez més y cay6 de nuevo en la nieve.
Blanca —...—

Una mano se extendi6 ante sus ojos, y sin darle tiempo a reaccionar, la tom¢é del
brazo y la ayudé a levantarse.

—¢ No eres siempre tan fiera y valiente? ¢ Como es que un simple esqui puede
derribarte asi? —

Blanca miré fijamente aquel rostro educado y atractivo, él también llevaba un
traje de esqui blanco, igual al de ella.

Se veia alto y esbelto, con una figura fuerte y definida, y una postura impecable
que lo hacia ver increiblemente genial.

Blanca replicaba, hinchada de indignacion.

—Solo tengo las piernas cansadas, atin no he recuperado mis fuerzas. —
—Oh... quizas te esforzaste demasiado anoche. —

Berto le dijo como si nada.

Berto sonri6 con pereza —¢ Qué pasa, ahora te da verglienza? Anoche en la
tienda no te vi tan timida. —

El rostro de Blanca se enrojecié por completo.

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Ella habia bebido demasiado la

noche anterior, su cabeza estaba

dando vueltas y, sin saber como,

termind siguiendo a Berto a su

tienda. The content is on

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Vagamente recordaba que queria irse, pero luego aquel beso la confundié y no
se fue.

No habia pasado ni un minuto en el hotel que la empresa habia reservado.

Se habia quedado apretujada en la estrecha tienda con él toda la noche.

Aln se sentfa un poco avergonzada, y para colmo él venia a burlarse, por lo que
Blanca queria espantarlo.

—Tus amigos ya se fueron, ¢por qué no te vas ti también? —

Berto la mir6 —¢ Crees que vine a seguir a mis amigos? ¢ Todavia no sabes cual
es mi objetivo? No soy gay. —

Blanca...—

Se quedd pensativa por un momento y luego, en silencio, se gir6 en otra
direccién, murmurando.

—Te lo repito, no quiero una relacién amorosa, no importa cuén insistente seas.
Berto no le dijo nada.

Simplemente ignoré sus palabras y la rodeé con su brazo por el costado.
—Primero te ensefiaré a esquiar, tontita. —

Blanca, ansiosa por mantener distancia, se encontr6 atrapada atin mas fuerte
por su mano.

Blanca —No necesito que me ensefies, ya sé esquiar, ¢ puedes soltarme? —
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Berto suspird y se rindio en su oido
—Disefnadora Blanca, puedes darme

un poco de crédito? Hay mucha

gente mirando. — The content is on
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Blanca —No. —

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Berto —Esta bien, esta bien, comet

un error anoche. No debi haberte
amenazado, hacerte llorar y hacerte
llamarme “mi amor’..— The content is

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Blanca —ij!l—

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