Chapter Capítulo 341
Capítulo 341
Tomeo reflexionó por un momento.
Levantó la mirada y se encontró con el rostro de Evrie.
Bajo la luz tenue, no podía ver claramente su expresión, pero podía sentir la calma y la determinación que emanaba de ella, incluso en la pequeña jaula donde se encontraban.
Era una joven con un núcleo fuerte.
Después de pensar un rato, asintió lentamente, indicando su acuerdo.
-Entonces, ¿qué puedo hacer? -le dijo.
Desde el calabozo de agua llegó la voz llena de entusiasmo de Valerio, quien parecía emocionado por participar en una gran batalla.
-No tienes que hacer nada, quédate tranquilo y espera a que llegue Leandro. Cuando eso pase, tú y él deben pisar el mecanismo debajo de sus pies para subir el nivel del agua, pero sin delatarnos. –
–
Félix, al escuchar, se mostró algo reacio. -Ah, ¿otra vez tengo que aguantar la respiración? ¡Odio el agua, no puedo contener la respiración!
-Entonces ve y muere.
–
Valerio no le consentía. -Te advierto, si te atrapan y por tu culpa le pasa algo a mi Evi, cruzaré nadando y te mataré yo
mismo. –
Félix guardó silencio. -Tener una novia no es para tanto. –
Realmente pensó que eso lo hacía importante.
Fuera del complejo.
Los vehículos que rodeaban el lugar habían aumentado.
Como ex figura importante de la seguridad de Alnorter, Enzo también estaba presente.
Joan bajó apresuradamente del coche y con voz sombría le informó a Farel.
-Señor Haro, hay problemas, la Srta. Evrie ha desaparecido, las cámaras de vigilancia de las tres carreteras de la entrada han sido destruidas, no podemos encontrarla. —
La mirada de Farel se tornó oscura y sombría.
-¿Estás seguro de que desapareció de repente? –
-Estoy seguro, su teléfono se apagó automáticamente, la última ubicación estaba en el fondo del río. -Joan estaba evidentemente preocupado. -¿Habrá sido…? –
¿Lanzada al río también?
No se atrevió a terminar la frase.
-Imposible, no es tan fácil que muera, y Leandro no la dejaría morir tan fácilmente. –
Farel entrecerró los ojos, su mirada fría se fijaba en la dirección del calabozo de agua.
-Investiga si hoy ha entrado algún vehículo sospechoso. –
Joan replicó. -Pero si está todo acordonado, ni una mosca podría entrar, mucho menos una persona.
-Nunca se sabe, ve y verifica.
-Entendido. –
–
Por otro lado, Enzo, apoyándose en su bastón, se paró al lado de Farel, entrecerrando los ojos hacia la dirección del complejo.
-El tiempo de rescate es crítico, ataquemos directamente, explotemos el calabozo de agua y matemos a Leandro. –
-No se puede. –
Farel rechazó la idea de manera decisiva.
Enzo le echo
escaparse.
–
un vistazo. -Farél, en asuntos graves no se debe permitir el nepotismo, si seguimos demorando, él podría
-Hay rehenes adentro. –
¿Y qué? A veces hay que mirar el panorama completo.
–
Farel le lanzó una mirada cortante. -En ningún momento se puede poner a los rehenes en una situación de peligro, Sr. Enzo, ha estado retirado durante mucho tiempo, ¿acaso ha olvidado eso también? –
Enzo le respondió. -Tengo más experiencia que tú y sé qué hacer en situaciones como estas. –
-No importa cuánta experiencia tengas, hay una regla que siempre se debe seguir: los rehenes deben estar seguros. Los dos hombres, uno mayor y otro joven, estaban en un tenso punto muerto en el exterior.
La atmósfera se volvía cada vez más tensa.
Hasta que Joan regresó apresuradamente y susurró al oído de Farel.
-Realmente hubo un coche que se coló.
–
La expresión de Farel se volvió extremadamente sombría en un instante.
Como se esperaba, Evrie estaba adentro.
¡Leandro la había tomado como rehén!
Cuando empezaba a oscurecer, Leandro finalmente regresó apresurado.
Parecía que todo se había arreglado con éxito, ya que en su rostro se dibujaba una tranquila satisfacción. Durante ese tiempo, algunos hombres de negro vinieron a inspeccionar varias veces, así que Evrie no se atrevió a hacer ruido y simplemente esperó la oportunidad.
Dentro del calabozo de agua reinaba un silencio sepulcral, solo se escuchaba el suave fluir del agua.
–
Leandro estaba ocupado con sus asuntos, su atención no estaba en el fondo del calabozo de directamente hacia Tomeo y se agachó lentamente,
agua,
sino que fue
Sacó una llave y abrió la cerradura.
Abrió la puerta y levantó la mano para arrancar la cinta adhesiva de la cara de Tomeo.
-Ya he arreglado la transferencia de la herencia. Primero, quiero agradecerte por tu honestidad, ya que no has jugado ningún truco para engañarme.
Leandro hizo una pausa, se inclinó hacia adelante y se acercó a él. -Además, recuerdo que mi padre tenía en sus manos cuatro reliquias de valor incalculable, colecciones únicas en el mundo, ¿verdad? –
Tomeo se tensó, su mirada se estrechó con cautela. -¿Para qué me preguntas eso? –
-Quiero las dos pinturas. –
-¡Imposible!
–
La voz de Tomeo casi se quebró, su tono de voz se volvió sorprendentemente agitado. -Esas son reliquias, de valor incalculable, ya tengo planes de donarlas al museo. –
-Padre, no estoy negociando contigo. –
Leandro entrecerró los ojos, su tono de voz se volvió mucho más frío.
-Dividiré la herencia por la mitad, como dije, solo quiero las dos pinturas. Si me las das, todos viviremos en paz, si no me las das, entonces… no puedo asegurarte que tu hijo sobreviva en el camino de regreso a Dubái. —
ம்
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Capitulo 341
-Tu… tu sed de sangre, estás loco! –
-Todo fue por la excelente educación de mi padre, ¿no es lo que me enseñaste desde pequeño? Para conseguir lo que deseas, debes ser implacable. –
Leandro sonrió, su rostro suave como el jade brillaba con un tono sutilmente siniestro.
-Parece que de tus tres hijos, solo yo he alcanzado el ideal que tenías en mente, ¿qué, no estás orgulloso de mí ahora?
El rostro de Tomeo se torció en una expresión de extrema desagrado.
Respiró profundamente, giró su cabeza y se encontró con la mirada de Evrie, y con un aire de resignación, cedió.
-Bien, es mi castigo, lo acepto. –
–
-Esas pinturas, puedes llevártelas, pero necesitaré algo de tiempo. –
Leandro pronunció dos palabras -¿Cuánto tiempo? –
Media hora, necesitarás mi contraseña para pasar dieciséis niveles de verificación de seguridad, durante ese tiempo no puedes desaparecer ni dudar, de lo contrario, después de dos intentos, el sistema se bloqueará permanentemente.
Capituro 342
Capítulo 342