Potter Girl [Draco Malfoy]

Chapter Capítulo 12



Lily frunció el ceño y abrió un poco los ojos. El rostro sonriente de Albus Dumbledore se agitaba ante ella.

—Buenas tardes, Lily.

—La piedra...—murmuró Lily, incorporándose.

—Calma, querida muchacha, estas un poco atrasada. Quirrell no tiene la piedra.

—¿Y entonces?—pregunto, sobando su cabeza.

Miro a su alrededor, estaba acostada en una cama con sabanas blancas de hilo, cerca había una mesa, con una enorme cantidad de paquetes, que parecían la mitad de la tienda de golosinas. Era obvio que estaba en la enfermería.

—Regalos de tus amigos y admiradores.—dijo Dumbledore, radiante.— Lo que sucedió entre tú y el profesor Quirrell es completamente secreto, así que, naturalmente, todo el colegio sabe.

—¿Cuánto tiempo llevo aquí?

—Tres días. El señor Nott y la señorita Granger estarán muy aliviados de saber que has recuperado el conocimiento. Han estado sumamente preocupados. En cuanto a la piedra, el profesor Quirrell no te la pudo quitar. Llegue a tiempo para evitarlo, aunque debo decir que lo estabas haciendo muy bien. Tuve miedo de llegar demasiado tarde...y no por la piedra, sino por ti...El esfuerzo casi te mata. Durante un terrible momento tuve miedo de que así fuera. En lo que se refiere a la Piedra, fue destruida.

—¿Destruida?—repitió Llily, incrédula.— ¡¿Di mi vida para proteger algo que destruyeron?!

—Veras, Lily, mi amigo Nicolás y yo tuvimos una pequeña charla y decidimos que era lo mejor.

—¿Entonces ya se va a morir?

—Tiene suficiente Elixir guardado para poner sus asuntos en orden y luego, sí, va a morir. Para alguien tan joven como tú, estoy seguro de que parecerá increíble, pero para Nicolás y su esposa, será realmente como irse a la cama, después de un día muy, muy largo. Después de todo, para una mente bien organizada, la muerte no es más que la siguiente gran aventura.

—¿Voldemort intentara volver de nuevo?—pregunto Lily.

—Me gusta que utilices siempre el nombre correcto de las cosas. El miedo a un nombre aumenta el miedo a la cosa que se nombra. —sonrió.— En cuanto a tu pregunta...No, Lily, no se ha ido. Esta por ahí, en algún lugar, tal vez buscando otro cuerpo para compartir...y como no esta realmente vivo, no se le puede matar. El dejo morir a Quirrell, muestra tan poca misericordia con sus seguidores como con sus enemigos. De todos modos, Lily, tu tal vez has retrasado su regreso al poder. La próxima vez hará falta algún otro preparado para luchar, y si lo detienen otra vez y otra vez, bueno, puede ser que nunca vuelva al poder. Debo admitir que me sorprendió que lo enfrentaras, pensé que no te incursionarías en algo tan peligroso.

—No iba a hacerlo, me insistieron y ya en el proceso no había muchos chances de volver. —admitió sin tapujos.— Ahora, si no le molesta, quisiera saber la verdad.

—La verdad —Dumbledore suspiró— Es una cosa terrible y hermosa, y por lo tanto debe ser tratada con gran cuidado. Sin embargo, contestaré tus preguntas a menos que tenga una muy buena razón para no hacerlo. Y en ese caso te pido que me perdones. Por supuesto, no voy a mentirte.

—¿Porqué Voldemort quería matarme cuando era una bebé?

—Vaya, la primera cosa que me preguntas y no puedo contestarte. No hoy. No ahora. Lo sabrás, un día...Quítatelo de la cabeza por ahora, Lily. Cuando seas mayor...ya sé que eso es odioso... bueno, cuando estés lista, lo sabrías.

—¿Porqué Quirrell no podía tocarme?

—Tu madre murió para salvarte. Si hay algo que Voldemort no puede entender, es el amor. no se dio cuenta de que un amor tan poderoso como el de tu madre hacia ti deja marcas poderosas. No una cicatriz, no un signo visible...Haber sido amada tan profundamente, aunque esa persona que nos amo no este, nos deja para siempre una protección. Eso esta en tu piel. Para el era una agonía tocar una persona marcada por algo tan bueno.

Protección de amor, anotado para investigar.—pensó Lily y hablo:— Usted me mando la capa invisible, ¿cierto?

—¿Cómo adivinaste?—pregunto con ojos brillantes.

—No adivine. Mis opciones eran usted, el profesor Snape y McGonagall.—explicó Lily.—El profesor Snape odiaba a mi padre así que quedaba descartado, consideré seriamente a la profesora McGonagall pero ella no me daría algo que me permitiera romper las reglas, y luego estaba usted.

—Muy astuta. Pensé que te gustaría tenerla...Tu padre la utilizaba sobre todo para robar comida en la cocina

—¿Porqué mi padre y el profesor Snape se odiaban?

—Bueno, ellos se detestaban uno al otro. Como tú y el señor Weasley. Entonces tu padre hizo algo que nunca pudo perdonarle...le salvo la vida. Supongo que eso hace que también desee protegerte.

—Lo dudo.—replicó Lily.— pero ya me encargare yo de descubrirlo. Ahora, ¿Cómo pude hacer que la Piedra saliera del espejo?

—Me alegro de que preguntes eso. Fue una de mis mas brillantes ideas, y entre tu y yo, eso es decir mucho. Sabes, solo alguien que quisiera encontrarla piedra, pero no usarla, sería capaz de conseguirla...Bueno, suficientes preguntas. Te sugiero que comiences a comer esas golosinas.

Una hora más tarde, Theo y Hermione fueron a visitarla. Hermione lloró y Theo se alegro de verla a salvo. Lily les contó lo sucedido y mientras que Theo dijo que investigaría sobre la protección de amor, Hermione se asusto ante la idea de que Voldemort estuviera con vida en alguna parte.

—¡¿Nos arriesgamos por algo que ya destruyeron?!—se quejo Theo cuando Lily le contó lo de la piedra.

—Lo mismo dije yo.—rodó los ojos.

—Malditos Gryffindors, lo hubieran hecho desde el inicio.—masculló Theo.

—¡Oye!—se quejo Hermione y Lily río.

Theo le explicó que cuando se fueron se encontraron con Dumbledore en la entrada, al parecer ya sabía que Lily se había ido a enfrentarlo.

—Quizá quería que lo hicieras y por eso te envío la capa.—dijo Theo.

—Si eso fue así...es terrible...—dijo Hermione.

—Es probable.—admitió Lily.— No lo descarto.

A la mañana siguiente, después de una buena noche de descanso, Hagrid fue quien visito a Lily, sentándose cerca de ella y rompiendo a llorar.

—¡Todo...fue...por mi maldita culpa! Yo le dije al malvado como pasar ante Fluffy. ¡Se lo dije! ¡Podrías haber muerto! ¡Todo por un huevo de dragón! ¡Nunca volveré a beber! ¡Deberían echarme y obligarme a vivir como un muggle!

—Hagrid, lo habría descubierto igual, estamos hablando de Voldemort, lo habría sabido igual aunque no le dijeras.

—¡Podrías haber muerto! ¡Y no digas ese nombre!

—¡VOLDEMORT!—grito Lily y Hagrid se impresionó tanto que dejó de llorar. —Ya me encontré con el y lo llamo por su nombre. Ahora cálmate y alégrate, estoy viva, el perdió y hay muchos dulces. Anda, toma una rana de chocolate.

—Eso me hace recordar...Te he traído un regalo.

—Ay diosito...—cerro los ojos, preocupada. Hagrid río.— No será un bocadillo de comadreja, ¿verdad?

—No. Dumbledore me dio libre el día de ayer para hacerlo. Por supuesto tendría que haberme echado...Bueno, aquí tienes...

Parecía un libro con una hermosa cubierta de cuero. Lily lo abrió con curiosidad, estaba lleno de fotos mágicas. Sonriéndole y saludándola desde cada página, estaban su madre y su padre.

—Envíe lechuzas a todos los compañeros del colegio de tus padres, pidiéndoles fotos...Sabía que tu no tenías más que unas pocas de tu mamá...¿Te gusta?

Lily no respondió, estaba seria, mirando las fotos, pero Hagrid entendió.

Lily bajo sola a la fiesta de fin de curso aquella noche. Para cuando llegó al Gran Comedor, este ya estaba lleno y decorado con los colores de Gryffindor, quien había ganado el año pasado. Cuando Lily entró se produjo un súbito murmullo y todos comenzaron a hablar al mismo tiempo. Se deslizo en una silla, entre Draco y Theo y frente a Blaise y Daphne.

Marcus y Adrian estaban en medio de la mesa con aspecto sombrío. Habían perdido 100 puntos por que McGonagall los descubrió vagando por la noche. Todo Slytherin estaba furioso, pero no es como que fueran a decirles algo teniendo en cuenta quienes eran.

Más aparte, todos estaban seguros de que si bien estuvo mal lo que hicieron, merecían un castigo, no 100 puntos menos, pero como Slytherin había ganado la copa de Quidditch, McGonagall no estaba muy contenta.

En ese momento llegó Dumbledore y las conversaciones cesaron.

—¡Otro año se va!—dijo alegremente.— Y voy a fastidiarlos con la charla de un viejo, antes de que puedan empezar con los deliciosos manjares. ¡Que año hemos tenido! Esperamos que sus cabezas estén un poquito mas llenas que cuando llegaron...Ahora tienen todo el verano para dejarlas bonitas y vacías antes de que comience el próximo año...Bien, tengo entendido que hay que entregar la copa de la casa y los puntos ganados son:

»En cuarto lugar, Slytherin con trescientos treinta y dos puntos:

»En tercer lugar, Hufflepuff, con trescientos cuarenta y dos;

»Ravenclaw tiene trescientos cincuenta y seis; y

»Gryffindor, trescientos ochenta y dos.

Una tormenta de vivas y aplausos estalló en la mesa de Gryffindor. Lily vio a Hermione sonreír alegremente y se sintió bien por ello.

—Sí, sí, bien hecho, Gryffindor.—dijo Dumbledore.— sin embargo, los acontecimientos recientes deben ser tenidos en cuenta.

Todos se quedaron inmóviles y las sonrisas de los Gryfifndor se apagaron un poco.

—Déjenme ver...Sí...Primero, para la señorita Hermione Granger...por el uso frío de la lógica al enfrentarse al fuego y por la valentía de enfrentarse a lo desconocido por salvaguardar un bien, premio a la casa de Gryffindor con cincuenta puntos.

Las hurras de Gryffindor llegaron hasta el techo encantado. Hermione enterró la cara entre los brazos, Lily estaba segura de que estaba llorando. Se hizo silencio otra vez.

—Ahora...al señor Theodore Nott...

Theo casi se ahoga con su bebida y el y Lily se giraron a ver sorprendidos a Dumbledore.

—Por su astucia y firme lealtad que caracteriza a la amistad entre Slytherin, incluso en los momentos más oscuros, premio a la casa de Slytherin con cincuenta puntos.

Slytherin rompió en aplausos. Aún estaban por debajo de Gryffindor, les faltaban más de cincuenta puntos, pero al menos ya no eran el último lugar. Muchos felicitaron a Theo y se volvió a hacer silencio.

—Por último...a la señorita Lily Potter...—continuó Dumbledore. La sala estaba mortalmente silenciosa.—...por todo su temple, astucia y sobresaliente valor, premio a la casa de Slytherin con sesenta puntos.

Alguien que hubiera estado en la puerta del Gran Comedor habría creído que se había producido una explosión, tan fuertes eran los gritos que salieron de la mesa de Slytherin. Marcus Flint y Adrian Pucey se habían levantado de sus asientos y cargado a Lily, acariciando su cabello y gritando: «¡Esa es nuestra niña!». La mesa de Gryffindor estaba horrorizada.

—Lo que significa.—grito Dumbledore sobre los aplausos.— que hay que hacer un cambio en la decoración.

Dio una palmada. En un instante, los adornos escarlata se volvieron verdes; los dorados a plata, y el gran león de Gryffindor se desvaneció para dar paso a la gran serpiente de Slytherin. Snape estrechaba la mano de una tensa profesora McGonagall.

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En el camino de regreso a casa, Lily viajo con Theo, Draco y Blaise, pues Hermione decidió estar con Percy Weasley, su prefecto, para hacerle unas preguntas del siguiente curso. Lily se encontraba escuchando música en su Walkman mientras veía la fotografía de su madre con ojos llenos de tristeza. Blaise y Theo estaban dormidos, pero Draco, a su lado, la veía con fijeza y en un arrebato, le quito con suavidad los audífonos, haciendo que lo mirara.

—No te sientas tan triste...tu madre vive en tu corazón—dijo Draco con suavidad.— y también vive en ti, eres su viva imagen. Estoy seguro que ella no querría que estés así.

Ella lo miro sorprendida, pero pronto sonrió con calidez y las mejillas un poco sonrojadas, cosa que, aunque Draco no demostró, hizo agitar su corazón. Entonces, Lily se acercó y dejó un casto besó en su mejilla.

—Gracias, Draco.—dijo Lily, alegre, antes de volver a ponerse los audífonos y cerrar el álbum, dispuesta a dormir un poco.

Y si la sonrisa agito el corazón del pequeño Malfoy, ese inocente besó provoco una explosión de fuegos artificiales en su corazón.

—Me pregunto como hare para soportar no verte hasta el siguiente año.—murmuró Draco, recargando la cabeza de la ya dormida Lily sobre su hombro.


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