mi-frio-exmarido

Capítulo 76
Frente a la mirada serena de Dorian, l.orenzo exhaló profundamente, giró la cabeza y fijó su vista en el informe de ADN que
Donan sostenía. Su mirada se detuvo por un momento antes de desvlarse lentamente hacia su acompañante: “No Importa si
ella es o no Arnanda, el abuelo cree que sí y eso es suficiente.”
“Ella tiene una edad similar a la de Amanda, una historia parecida de desaparición y recuerdos borrosos de su infancia, Lo más
importante es que lleva consigo un recuerdo que Amanda tenia cuando desapareció, además, no está obsesionada con
encontrar a su familia. Eso significa que, incluso si fuera Amanda, no volvería con nosotros. Pero
el abuelo, esto cierra una herida que ha tenido abierta por más de diez años.”
para
Lorenzo miró a Dorian y continuó hablando con lentitud, “Dorian, tú y yo aún podemos buscar, pero el viejito ya no puede
esperar. Cuando Amanda desapareció, siempre pensaste que fue porque no la cuidaste bien, pero todos sabemos que la
responsabilidad principal fue del abuelo. Si no hubiera sido por su decisión de ir a ese lugar, Amanda nunca se habría perdido.
Durante todos estos años ha vivido arrepentido, sintiéndose culpable, consumiéndose a sí mismo con remordimientos. Ya no
puede seguir asi.”
Dorian desvió la mirada, sin querer hablar de lo sucedido en aquel entonces.
El recuerdo de Amanda estaba dividido entre la compañía de su infancia, la felicidad que ella le había traído, el remordimiento y
la deuda que sentía por no haberla cuidado bien. A pesar de haberla encontrado, no había logrado mantenerla a salvo

Siendo aún un niño, no tenía la fuerza suficiente para sujetar a una niña que casi le llegaba a la barbilla. La pequeña Amanda
habia crecido muy rápido, superando la velocidad con la que él ganaba fuerza.
“Sé que no apruebas lo que estoy haciendo, por eso esta vez no te consulté.”
Lorenzo lo miró y añadió, “No necesito que colabores, pero te pido que no lo desmientas, al menos mientras el viejito esté en
Zúrich. Deja que se alegre un poco.
“Fabiana no se reconoce como Amanda y tampoco quiere regresar a la familia Sabin de Arbolada. Además, ella estará
estudiando aqui durante los próximos años, así que tiene una excusa perfecta para no volver.
Con la salud del abuelo como está, puede que no dure dos años más, por lo que para nosotros, la aparición de Fabiana con el
recuerdo de Amanda es el mejor consuelo posible.”
Dorian lo miró: “¿Has considerado lo que Amanda querría?”
El hombre no respondió directamente: “¿Has considerado la realidad? ¿Amanda realmente sigue viva?”
Él desvió la mirada.
Lorenzo observó su perfil tenso:
“Los dos sabemos muy bien que bajo esas circunstancias, las posibilidades de que una niña tan pequeña sobreviviera eran muy
bajas. Nunca abandonar la búsqueda fue solo para darte a ti mismo una esperanza.”
Su voz era tranquila; a diferencia de Dorian, él no había sido la última persona en ver a su hermana ni había experimentado el
traumático intento y fracaso de salvarla. Aunque se sentia triste por dentro, no cargaba con el mismo peso emocional que
Dorian.
“Esa pulsera que llevaba Amanda no le quedaba bien, estaba floja. No sería raro si la hubiera perdido en un momento de
pánico. Ese objeto era valioso, no seria raro que alguien lo encontrara y vendiera.”
Lorenzo continuó, “Claro, eso es pensando lo mejor de las personas. No quiero creer que hubo alguna conspiración. pero de
cualquier manera, mantener a Fabiana cerca y bajo nuestra vista no está mal. Después de todo, es la única pista que tenemos
relacionada con Amanda.”
Dorian dijo: “No tengo derecho a interferir en tu decisión, pero espero que no estés trayendo un lobo al redil.”

“Si llega ese día, sabes que no me quedaré de brazos cruzados.”
Dorian terminó de hablar, no dijo nada más y se fue. Al llegar a la puerta de la terraza, sacó su teléfono por costumbre y vio el
mensaje de texto de Amelia:
“Regresaré al apartamento, no levé muchas cosas cuando me mudé. ¿Podrías empacar mis cosas y mandarlas al
apartamento? Por favor”