Chapter Capítulo 32
Capítulo 32
Aunque no sabian mucho de medicina, sablon que si la cirugía resultaba exitosa y se evitaban las reacciones de rechazo, eso significarla un renacer para Belinda.
“¿De verdad existe tal ciruglo?“.
“Por ahora no, pero dado que la Dra. Rika ya ha publicado un artículo sobre ello, creo que no tardaremos en ver ese tipo de procedimientos. Cuando eso ocurra, será una oportunidad para In señorita Belinda“.
El Dr. Lino, al ver la esperanza en los ojos de Arturo y su esposa, no tuvo el corazón para decirles que muy pocas personas sabían quién era la Dra. Rika, mucho menos haberià visto en persona.
Incluso los artículos que había publicado, lo hizo bajo el nombre de sus asistentes.
Aunque la Dra. Rika lograra realizar con éxito tal cirugía, no era seguro que pudieran convencerla de operar a Belinda.
“Arturo, cuando llegue el momento, debes asegurarte de conseguir que la Dra. Rika opere a Belinda“.
“No te preocupes, no importa cuánto cueste, me aseguraré de que la Dra. Rika cure a Belinda“.
El Dr. Lino miró a la pareja con una expresión compleja, pero no dijo nada más.
Si la Dra. Rika fuera tan fácil de encontrar, no habría pasado años buscándola,
Después de despedir al Dr. Lino, Arturo y su esposa volvieron al salón, al recordar el extraño comportamiento de Erika esa noche, ambos lucian perturbados.
“Arturo, ¿crees que Erika sabe…?“.
Sabe sobre el asunto de que, poco después de que Clarissa quedara embarazada, ellos comenzaron su relación.
Aunque no era algo de lo que enorgullecerse, Raquel no lo dijo directamente, pero Arturo entendió el subtexto en sus palabras.
La expresión de Arturo se endureció, pero negó con la cabeza:
“No,”si lo supiera, con su temperamento, no se habría limitado a decir unas cuantas palabras“.
Erika siempre habia sido mimada desde pequeña, sólo se comportaba bien frente a Fidel.
Era una niña muy consentida, si supiera que él le había sido infiel a Clarissa durante su embarazo, que habla tenido otra hija y que la engañó durante más de una década, habría armado un escándalo, no se habría limitado sólo a las palabras duras de esa noche.
Raquel lo pensó y estuvo de acuerdo, Erika no era fácil de tratar. Si supiera que ella fue la “amante” y luego la oficial, nunca la perdonaria.
“Entonces, ¿qué le pasa? Normalmente me trata bien, pero hoy se convirtió en un erizo, dijo lo primero que se le vino a la mente“.
Al hablar de eso, Raquel se sintió furiosa, “Si no fuera por su maldita boca, ¿Belinda habría sufrido un desmayo?“.
“Belinda es también tu hija, pero siempre tiene que aguantar su mal carácter, ¿por qué?“.
Los ojos de Raquel se llenaron de lágrimas, su voz se quebró por la emoción.
Arturo siempre caía ante esas actitudes de Raquel.
Como yerno, con Clarissa siendo la hija mayor de la familia Vivanco y con un temperamento dominante, siempre se sintió menos al lado de ella.
Fue sólo con Raquel que se sintió verdaderamente hombre, capaz de proteger a una mujer.
Raquel siempre fue dulce y cariñosa con él, lo buscaba en momentos dificiles. En Raquel, encontró la dignidad y el valor de ser hombre.
Eso explicaba por qué, después de tantos años, su corazón aún estaba con Raquel, y por qué queria tanto a Belinda y a Federico.
Cada vez que veia a Erika, le recordaba esos días insoportables. Si no fuera por el 40% de las acciones que ella poseía, ya habría cortado lazos.
“Raquel, tranquila, aseguraré que Belinda tenga lo que merece. Todo lo mio será de Belinda y de Federico, no permitiré que sufran“.