Chapter Capítulo 28
Capítulo 28
Esa percepción, mientras le enfurecia, le trala más y más a menudo esa sensación de pánico y ansiedad que había visitado su corazón esos últimos días.
Aunque Erika estaba justo frente a él, sentía como si ella realmente comenzara a alejarse de él poco a poco.
Erika escuchó esa acusación de Fidel hacia ella y la sonrisa fría en sus ojos se profundizó aún más.
Ella masticaba lentamente la comida en su boca, bocado a bocado, tragaba con incomodidad, como si sólo al triturarlo así pudiera tragárselo.
La cuchara en su mano se colocó lentamente hacia abajo y su mirada cayó de nuevo sobre el rostro de Fidel para decir:
“También era caliente, sólo que se consumió todo, ya no queda nada“.
La mano de Fidel, que estaba al borde del plato, temblaba imperceptiblemente, luego, inconscientemente se apretó en puño con fuerza.
Aunque Erika no lo dijo explícitamente, él entendió el significado detrás de sus palabras.
Su sangre también había estado caliente, ferviente hacia él.
Quizás, ese fue todo el calor que tenía para dar, y se consumió por completo en su reiterada indiferencia.
Los sentimientos de Fidel en ese momento eran complejos, su corazón habitualmente frío ahora bullía con un calor causado por las palabras de Erika.
Abrió la boca, como si fuera a decir algo en respuesta, pero Erika ya no estaba interesada en su respuesta, y tras dejar caer esas palabras, apartó su mirada.
Se levantó de la silla del comedor y caminó lentamente hacia la salida sin importarle en lo más mínimo la suerte de Belinda.
Cuando su corazón se calentaba, podía darle calidez a una persona, pero cuando se enfriaba, también podía herir a alguien.
Claramente, ahora no encontraba a nadie a su lado por quien valiera la pena entregar apasionadamente su calor.
“Llegaste en el momento perfecto, así me ahorraré el tiempo de buscarte“.
La voz fría de Erika resonó desde la sala.
Se giró hacia Fidel y dijo:
“¿Cuándo planeas tramitar el divorcio?“.
Al escuchar nuevamente la palabra “divorcio” de los labios de Erika, el rostro de Fidel, que se había calmado, volvió a ensombrecerse,
Sus profundos ojos se tiñeron de un color más oscuro mientras se acercaba a Erika.
El leve calor en su corazón causado por las palabras de Erika sobre el calor consumido se disipó con la mención de Erika sobre el divórcio.
Se paró frente a Erika, sus ojos profundos estaban fijados en los fríos de ella, dio un paso hacia ella para disminuir la distancia entre ambos e intensificó esa mirada de superioridad.
Erika, al ser observada de esa manera, retrocedió inconscientemente, olvidó que detrás de ella estaba la
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mesa de café. Al retroceder, tropezó con la mesa y se inclinó hacia atrás.
Extendió la mano y agarró inconscientemente el brazo de Fidel para estabilizarse.
Antes de que pudiera respirar aliviada, escuchó la risa sarcástica de Fidel desde arriba…
*Por un lado me apuras con el divorcio, y por el otro te lanzas a mis brazos, Erika, realmente no entiendo este juego que estás jugando“.
Mientras hablaba, su mirada se posó en el inmutable rostro de Erika, que se volvía cada vez más ardiente y profunda.
Lo que le irritaba era que Erika, quien solía preocuparse tanto por lo que él pensaba, ahora parecía completamente indiferente a sus palabras, incluso cuando él la estaba ridiculizando.
Sus dedos bien definidos rozaron suavemente la barbilla de Erika, la áspera punta de sus dedos se deslizó por la suave piel de ella, el cosquilleo de ese momento hizo que el cuerpo de Erika se tensara
inconscientemente.