Chapter Capítulo 18
Capítulo 18
Cuando Fidel se enteró de lo malvada y maleducada que era Erika, sintió aún más odio hacia ella en comparación con su madrastra, que era gentil, bondadosa y no guardaba rencor.
Y luego estaba Belinda, que ya de por si era delicada y atractiva, además de tener una madre comprensiva y generosa. Presentada ante Fidel, él sin duda alguna elegiría a su Belinda.
Lo que hizo Raquel fue matar varios pájaros de un tiro,
Con eso en mente, ella actuó con más empeño, Interpretó a la perfección el papel de la madrastra que, por defender la imagen de su hijastra, se sometia a ella y a su propia hija a todo tipo de humillaciones.
“Raquel, no la consientas más. Cuanto más lo haces, más se aprovecha. En nuestra propia casa es una cosa, pero ahora que es la joven señora de la familia Suárez, representa el honor de la familia Suárez. Si sigue comportándose así fuera, lo que se pondrá en juego es el prestigio de la familia Suárez“.
¡Vaya!
Erika arqueó una ceja y miró hacia Arturo.
Era demasiado lo que estaba poniendo sobre sus hombros, y ella no podia soportarlo.
Si supiera que ella ya estaba planeando divorciarse de Fidel, ¿podria seguir actuando?
Después de tantos años, estaba sorprendida de no haber notado que el talento actoral de su padre era digno de un premio Oscar. Era una lástima que no tuviera un lugar en el mundo del espectáculo.
Tomo el café que el sirviente le había preparado y, mientras disfrutaba de la actuación de su padre, saboreaba lentamente el café rico y aromático en sus manos.
Fidel observaba discretamente, no interrumpió a la pareja que estaba dando una actuación estelar, y esbozó una sonrisa.
“Arturo, déjalo ya. Somos una familia, Erika aún es joven, ¿para qué discutir con ella?“.
Raquel miró a Erika mientras fingia estar en un dilema.
Viendo su actitud de no querer cambiar, Raquel se rio por lo bajo..
Fidel estaba alli, y ella ni siquiera intentaba disimular, ¿realmente pensaba que ser la joven señora de la familia Suárez la pondria a salvo?
Con el patriarca de la familia Suárez ya fallecido, nadle podía someter a Fidel
Raquel intencionadamente mencionó que Erika todavía era demasiado joven, pero su propia hija, Belinda, era incluso unos meses más joven que Erika, pero ¿acaso no era ella dulce y comprensiva?
Cada palabra que Raquel decia era una trampa para Erika.
Si Erika todavía estuviera obsesionada con Fidel, entonces realmente tendrían que preocuparse por lo que podrían hacerle frente a Fidel.
Pero en ese momento…
Que siguieran actuando, hab
que admitir que esa pareja realmente sabía cómo hacer su papel.
Como era de esperarse, apenas Raquel terminó de hablar, Arturo dijo con un tono de disgusto:
*¿Ella todavía es joven? Tiene ya 20 años. Belinda es incluso más joven. Mira a Belinda, luego mirala a
ella….
Raquel sonrió con una expresión “amarga” y luego miró a Erika con disculpa, como si estuviera diciendo
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que ya había hecho todo lo posible como madrastra, pero si su padre no escuchaba, no había nada que pudiera hacer.
Después de todo, Arturo era el padre biológico de Erika, y que él la reprendiera era completamente natural.
Erika ni siquiera miró esa expresión tan fingida, simplemente se puso a jugar con indiferencia la cucharilla en su café.
Sin importarle la oposición de Raquel, Arturo le contó todo a Fidel.
“¿Ella dijo eso?“.
Fidel habló lentamente, no mostró ninguna emoción en particular, pero el ligero fruncir de sus cejas dejó en claro que estaba descontento.
Excepto por Erika, los otros tres sintieron una alegría secreta.
Especialmente Raquel y su hija, que habían logrado que Fidel conociera el lado malvado y desagradable de Erika y que él la despreciara, lo que las llenaba de una gran satisfacción.