El amor del Ceo mexicanoES by Pandora

Chapter 144



El cumpleaños del bebé Alejandro
Un muy molesto Cristóbal iba sentado en la parte de atrás de uno de sus muchos coches de lujo, Mauro el guardaespaldas
disfrazado de chofer iba riendo discretamente de lo que ocurría en la parte de atrás
Te e dicho que no quiero ir, ese niño coqueto y el padre no son de mi agrado! Cristóbal, Alejandrito es solo un niño, además no
tiene amiguitos a quien invitar a su fiesta, Elisa nos invitó muy amablemente a festejarle su cumpleaños Y tu muy gustosa de ir
a ver a los Mendoza verdad? Cristóbal estaba celoso, su pequeño bebé lo miraba como preguntándose qué le sucedía a su
padre, su vibra se sentía fuerte y molesta
Cristóbal pronto tendremos a nuestro segundo bebé, sabes que te amo con locura, podrías dejar el pasado atrás de una vez?
Mis celos por ti nunca van a desaparecer Camill, haste a la idea y no provoques mi bestia interior de lo contrario ya sabes lo que
te sucederá! la mirada de Cristóbal provocaba escalofríos en la bella Camill, el Ceo había cambiado sí, pero su carácter
controlador y posesivo no, Camill estaba segura que si daba un mal paso Cristóbal se lo haría pagar hasta hartarse, era mejor
no provocarlo o sufriría las consecuencias
Estoy embarazada por dios! murmuraba Camill rodando los ojos
Esos enfermos son capaces de llevarte así! no voy a arriesgarme, Cristóbal siempre era muy posesivo con lo que consideraba
suyo
Por fin llegaron a la mansión Mendoza, el jardín estaba impresionantemente decorado en su mayoría en tonos azul y verde,
había una kermes con todo tipo de golosinas unos juegos mecánicos para niños con alta seguridad para que no salieran
lastimados, también había piñatas, pintacaritas y jóvenes disfrazados de personajes de películas infantiles que jugaban con los
niños invitados, era como estrar a un mundo de fantasía
El bebé Cristóbal iba vestido en un traje azul marino de marinerito, zapatitos negro y su largo cabello engomado peinado de
lado, cuando creciera seguro que se peinaria hacía atrás cómo su padre pero para eso faltaba bastante, sus grandes ojos verde
mar volteaban para todas partes son descanso, el quería tocar todo y echárselo a la boca como todos los bebés de su edad
Elisa se acercó a recibirlos con el bebé Alejandrito en brazos, el niño vestía un trajesito casi tinto de reconocida marca, sus
bellos ojos azules resaltaban en él, el bebé le sonreía a Camill quién lo tomó unos momentos en sus brazos, Cristóbal sintió el
primer ataque de histeria de la tarde solo que se lo guardo, muy discretamente susurro al oído de Camill, regre mujer!

Camill sonrió amablemente a Elisa y le devolvió a Alejandrito, ella no podía cargarlo mucho tiempo por su embarazo, además la
barriga se lo impedía
Camill quién por su embarazo llevaba un vestido a los muslos de manga corta y un poco de vuelo de la cintura hacía abajo en
color lavanda, la pedrería discreta pero elegante y las sandalias con un poco de tacón Jimmy choo que llevaba la hacían lucía
encantadoramente bella, el embarazo le sentaba de maravilla, el brillo en sus ojos parecían ser dos pequeños soles Hola
Camill! vestido casual pero muy elegante Rodrigo se acercó a saludar al matrimonio, él hombre vestía un pantalón crema, una
camisa azul, zapatos café y un costoso reloj en la
muneca, lucía elegante, su aura de realeza era incomparable, el embarazo te sienta muy bien Camill, estás hermosa!
Un Cristóbal territorial preguntó, yo no te parezco hermoso Mendoza? Un imponente Cristóbal vestido en un pantalón de vestir
gris, una camisa negra de manga larga arremangada, lustrosos zapatos negros y cabello peinado hacia atrás, se hacía
presente, su aura de emperador solo de él resaltaba en aquel lugar, los invitados pero sobre todo las invitadas no lo perdían de
vista, el costoso reloj con pequeñas inscrustraciones de diamantes que llevaba en la muñeca, era la envidia de los caballeros al
igual que su bella esposa, siendo tan ricos como eran aún así deseaban lo del poderoso Ceo Altamirano
Qué tal Altamirano! cómo se porta esté pequeño? Rodrigo apretó suavemente las mejillas del pequeno Cristóbal que estaba en
los brazos de su padre, el niño sonrió derritiendolos de ternura a todos, Camill le entregó el regalo para Alejandrito, el obsequio
era una hermosa cadena de una reconocida marca de joyas, un digno regalo de una familia tan adinerada como lo eran los
Altamirano
Tan posesivo como siempre, murmuró el CEO Mendoza, pasen adelante están en su humilde casa, la mansión Mendoza podía
ser todo menos humilde, era lujosa y muy, muy costosa, les había tomado generaciones hacer tan imponente mansión, hoy en
día pocas se podían comparar con ella, las mansiones Altamirano, las del Villar y las del CEO Mandujano eran sin duda su
mayor competencia
Una vez que pasaron y les asignaron una mesa, el bebé Cristóbal luchaba por alcanzar los dulces y la decoración, el Ceo lo
llevó a dar un recorrido, se le ocurrió acercarlo dónde el algodonero les estaba dando a los niños enormes algodones de azúcar
en todos colores, con lo que el Ceo no contaba es que su pequeño tazmanio se arrojaría a abrazar uno de color azul, e bebé
quedó envuelto en el algodón gigante, pegajoso y lleno del dulce por todos lados
Carajo tazmanio! por qué saltaste al dulce y ahora que vamos a hacer? Cristóbal lo sotenia de las axilas para no terminarse de
llenar de dulce él mismo, Camill! llamó el Ceo pidiendo ayuda

Qué pasa cariño? preguntaba la bella embarazada, cuándo pudo ver qué su bebé se había convertido en un algodón de azúcar
viviente, parecía un pitufo, toda su carita y ropa estaba llenas de dulce, por dios bebé que fue lo que pasó? acaso lo metiste en
la máquina de algodones Cristóbal?
No mujer, cómo se te ocurre? el bebé se lanzó sobre un enorme algodón azul y se convirtió en uno de ellos, ayúdame a
limpiarlo, de prisa Camill! el bebé no dejaba de chuparse las manitas que era donde más había atrapado el dulce, Cristóbal
escuchaba los sonidos de la boca de su bebé
Camill se apresuró a ir a su bolso a sacar unas toallitas húmedas, corrió de nuevo dónde padre e hijo se encontraban
empezando a limpiar a su hijo desde las piernitas, al ver qué con la ropa no se podía hacer mucho Camill desnudo al niño
limpiando toda la piel y cabello que tenía manchado
Desde una distancia prudente el Ceo Rodrigo observaba toda la escena riendo de tan cómica situación, Altamirano bien que
vas a pagar las que debes con tu bebé tazmanio eh! jajajaja!


Tip: You can use left, right, A and D keyboard keys to browse between chapters.