Chapter 127
El vecinito
Estoy llegando a la clínica con mi pequeño tazmanio que está sediento en fiebre cuándo me encuentro con el imbécil de
Mendoza, el exprometido de mi mujer, lo extraño es que viene cargando un pequeño qué llora bastante, parece muy enfermo
Ahora secuestras bebés Mendoza? Por supuesto que no Altamirano, el bebé es mío, es mi hijo con Silvia! Pero... qué no
habías dicho que tú hijo había... él había muerto al nacer? como es que ahora dices que ese bebé es tuyo? seguro que no lo
has secuestrado al no poder superar lo de tu hijo? preguntó Cristóbal preocupado, si resultaba ser así, los padres de ese niño
debían estar muy angustiados y preocupados! En verdad estás esperando que te responda no es cierto? ya te dije que el bebé
es mi hijo, se llama Alejandro, es mi hijo con Silvia la prima de Camill Camill quien llegaba en una pijama de dormir de un
pequeño shorts y una camisa azul marino y pantuflas negras, un poco vomitada por su bebé lo alcanzó a escuchar, es... es tu
hijo con Silvia? preguntó Camill casi en un susurro
Cristóbal malinterpretó las cosas y una punzada de celos le invadió de inmediato, Camill al parecer le está doliendo ver al hijo
de Mendoza, esa fue la razón por la que ella lo dejó en el altar y no se casó con él, ahora lo está viendo con sus propios ojos ya
nacido, el bebé es idéntico a Rodrigo tiene sus mismos ojos azules
El pediatra recibió al Ceo Altamirano tal como lo pidió, le quitó de las manos al pequeño Cristóbal para examinarlo, Camill se
olvidó de Rodrigo y siguió a al médico que llevaba a su pequeño bebé, Cristóbal hizo lo mismo
Rodrigo de inmediato se dirigió a la recepcionista, necesito un pediatra para mi hijo de inmediato! él tiene bastante dolor!
Claro! pasé al cubículo dos, allí el pediatra Negrete lo atenderá, la mujer muy amablemente lo guío y lo pasaron rápidamente,
por fortuna esa noche llegaron justo en el cambio de guardia y todavía estaban los dos médicos en la clinica
En la revisión el bebé Cristóbal fue muy valiente, estaba molesto moviendo sus regordetas piernas y bracitos pero extrañamente
no estaba llorando a grito abierto como acostumbraba en cambio de podía escuchar al pequeño Alejandro qué lloraba a todo lo
que sus pequeños pulmones le daban, Rodrigo estaba angustiado por eso, su nerviosismo era notable, el Ceo de la familia
Mendoza que ni con los peces más pesados se cohibia ni se intimidaba, estaba en sosobra por su hijo enfermo
Cristóbal no se separó de su pequeño tazmanio, hablaba con él para que no se asustara al estar siendo revisado por un hombre
extraño, hasta le pudo sacar un par de sonrisas
Si bebé es muy hermoso dijo el pediatra, el doctor Rosales era un hombre maduro que llevaba bastantes años ejerciendo su
profesión, a él le agrada an los niños, se parece mucho a usted señor Altamirano, pero tiene los bellos ojos de su madre, una
combinación perfecta diría yo!
Cristóbal se sintió orgulloso, su hijo se parecía a él y también tenía los ojos de su Camill, que más podía pedir Después de
checar completamente al pequeño bebé el médico les dió el diagnóstico, no era malo pero tampoco muy alentador, el pequeño
bebé Cristóbal tendrá que pasar la noche en el área de pediatría, tiene una fuerte infección en el estómago que debemos tratar
antes de darlo de alta, no debemos dejar que empeore, así que si no tienen inconveniente procederemos a ingresarlo!
Los padres asintieron sin dejar de preocuparse, por qué su bebé había enfermado de repente? se preguntaban, lo peor vino
cuando el doctor tuvo que canalizar al pequeño, Cristóbal por poco y le salta encima por pinchar al pequeño, simplemente no
soportaba verlo sufrir por nada, Camill lo calmó diciéndole que era por su bien, ella también se ponía mal de verlo así, el bebé
era su adoración Una vez que le dieron una habitación les avisaron que la tendría que compartir con otro bebé, esto era por qué
tenían la clínica con demasiados pequeños internados y que no podían pasar a los bebés a habitaciones dónde solo estaban
adultos
Al llevarlo a la habitación el bebé que tendría de vecino era nada más y nada menos que Alejandrito, el Ceo Rodrigo ya se
encontraba allí con su hijo en brazos, no se había querido estar en la pequeña cama, quería permanecer en los brazos de su
padre, Alejandrito estaba acurrucado en el pecho de su papá El pequeño Cristóbal si se quedó en la cama pero siempre y
cuando su padre le hablara, solo así lo podían distraer, Camill miró a su ex prometido abrazando con mucho cariño a su bebé,
su carita la tenía volteada por un lado dejando ver sus grandes ojos azules como el océano iguales a los de Rodrigo, esos ojos
de los que alguna vez ella estuvo tan enamorada, Cristóbal no perdía ningún detalle de la reacción de Camill Él es tu hijo con
Silvia, Rodrigo? creí que habías dicho que él estaba... Camill no se atrevía a decirlo Muerto? sí, yo también lo pensaba hasta
que tu prima se me presentó con él apenas ayer! Pero.. cómo paso eso? es un milagro que este hermoso bebé está vivo! Camill
le acarició el bracito, Alejandrito le dió blos brazos, la hermosa mujer no se pudo negar, el bebé se le acurruco de la misma
forma que a Rodrigo, cosa que no hacía con su madre Silvia, si ella lo cargaba el lloraba
Los bellos ojos verde mar del pequeño Cristóbal no dejaban de ver a su madre abrazar a otro niño, Cristóbal se tensó de
inmediato al ver a su mujer cargar al hijo del que fue su novio de muchos años
Qué bebé tan hermoso tienes Rodrigo! no entiendo como pudo Silvia llevárselo por tanto tiempo?
Fue con la ayuda de tu padre Camill, entre los dos planearon hacerme creer que mi hijo había nacido muerto, tu padre arregló
todo para que no tuviera ninguna sospecha, después mando a Silvia al extranjero, tu padre le pasaba una mensualidad pero
dejó de dársela y Silvia apareció ante mi mágicamente! Dijo el CEO con sarcasmo