Chapter EI Centímetro 202
Capítulo 202
Pero tenía que entender cómo había muerto mi padre. Por eso después de pensarlo mucho, decidi buscar a Manuel, solo que necesitaba una buena
razón.
Mientras estaba pensando, recibí una llamada de Sandra y su voz sonaba furiosa desde el inicio: “Ese desgraciado de Sergio quiere matarnos de coraje a mí y a Ricardo, si se atreve a estar de verdad con esa mujer, él y Ricardo se las van a ver conmigo.”
No me sorprendió la reacción de Sandra y solo pude intentar calmarla con voz suave: “Sandra, tú y Ricardo no deberían enojarse, en estas cosas de matrimonio los padres no siempre pueden decidir.”
“No podemos decidir, si no, nunca habríamos llegado a este punto, pero si piensa traer a una viuda a casa, que ni lo sueñe.” Sandra dejó claro su punto de vista.
Me sentía terriblemente mal por dentro, sin saber realmente qué decir y por supuesto, tampoco quería decir nada. Después de todo, Sergio y Zoé Minas me habian fallado, ¿por qué tendría yo que hablar bien de ellos? No soy ninguna encarnación de la compasión divina.
En ese momento, si no aprovechaba para darles donde más les dolía, ya eral bastante generosidad de mi parte.
“Cami, Ricardo está tan furioso que ni comer quiere, está en huelga de hambre en protesta. ¿Podrías venir a convencerlo? Solo escucha tu palabra.” Ahí estaba la razón por la que Sandra había llamado.
Al parecer el cielo mismo estaba de mi lado, tal vez podría regresar a la familia Vásquez sin pasar por Manuel para investigar lo que quería saber. Acepté ir, y Sandra continuó maldiciendo a Sergio por un rato antes de colgar. Aunque entrara a la familia Vásquez no significaba que pudiera conseguir lo que quería, para asegurarme de que mi plan se llevara a cabo, igual llamé a Manuel.
“Cami.” Él me llamó con esa voz suya tan dulce.
“Manuel.” Lo saludé.
En ese momento me di cuenta de que realmente era una hipócrita y una aprovechada, por un lado no quería que Manuel se ilusionara conmigo, y por el otro, me aprovechaba de sus sentimientos hacia mi.
“El señor Vásquez está enfadado, no come, Sandra quiere que vaya, pero creo que yo sola no bastaré, ¿podrías venir también?”
Manuel vaciló un par de segundos antes de aceptar. Podía decir que no estaba sorprendido y obviamente ya lo sabía.
Cuando llegué a la familia Vásquez, Manuel también había llegado, pero no había entrado, parecía estar esperándome.
“Sabes lo que piensa mi padre, temo que ni convenciéndolo logremos mucho.” Manuel me recibió con esas palabras.
Entendí su punto, Ricardo todavía esperaba que yo y Sergio volviéramos. Me rei con sarcasmo y Manuel miró mi sonrisa sin decir nada.
Entramos juntos y Sandra parecía sorprendida de vernos llegar juntos, fingi no notarlo y le pregunté: “¿Dónde está el señor Ricardo?”
“En su estudio, no sale ni deja entrar a nadie, ayer por la noche estuvo ahí también. Si no fuera porque de vez en cuando se queja, pensaría que se ha suicidado.” Sandra siempre decía lo que pensaba sin filtros.
“Mamá, papá no es tan frágil, no pienses así.” Manuel trató de calmarla.
“Sandra, déjame subir a verlo.” Le dije, y con su aprobación asentida subí las
escalas.
Después de tocar varias veces sin respuesta, comencé a preocuparme y entonces dije: “Señor, soy yo, Cami.”
Por fin se escucharon pasos dentro y poco después se abrió la puerta del estudio, dejándome ver a la persona dentro, lo cual me sorprendió
enormemente.