Despidiéndose de mi amor

Capítulo 0051

-¿Viste a esa tal señorita Mesonero? ¡Tan gorda como una cerda y todavía se atreve a venir a una cita!

Unce

-Jajaja, jes un completó dinosaurio Cuando camina, parece que va a derrumbar toda la casa.

-Y la señorita Panadero, con esos labios rojos intensos, parece un verdadero fantasma...

-¿Quién es ahora?

-Creo que es la señorita García, la heredera de la familia García que regresó del extranjero...

-¡¿Regresó del extranjero?! Entonces seguramente es muy abierta y aventurera.

-Esperemos a que nos baile, si lo hace bien, será una candidata perfecta, ¡jajaja...!

Los comentarios obscenos y vulgares desde adentro hicieron fruncir rápidamente el ceño a Silvia. Finalmente entendió por qué las damas de buen gusto se iban tan enojadas después de sus citas. Esa persona no estaba aquí realmente para citas, sino para entretener a sus amigos.

Silvia se alegró de que Viviana no estuviera aquí. Con su temperamento, seguramente se sentiría muy incómoda por mucho tiempo.

Cuando el recepcionista la llevó adentro, se dio cuenta de que, aunque el lugar era muy discreto y elegante, ahora parecía algo sucio. Los hombres sostenían en sus brazos a varias mujeres hermosas, solo para provocar a las damas refinadas.

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Cuando Silvia entró, de inmediato los hombres se rieron aún más.

-Eh, juna con mascarilla!

-¿Es que es tan fea que tiene que esconderse detrás de una mascarilla?

Los comentarios burlones no cesaban. Sin embargo, Silvia no se vio afectada en lo más mínimo. Su mirada se posó fijamente en el hombre sentado al frente, David, que estaba tan ocupado bebiendo y jugando cartas.

Ella se preguntaba quién tenía tanto poder como para reunir a todas las damas prominentes de Brasmo para que fueran seleccionadas por él. ¡Resultó ser el principe heredero de Brasmo!

Si Julio era el tirano de Brasmo, ¡David era el príncipe heredero de Brasmo! Después de todo, uno controlaba la economía de la ciudad, mientras que el otro controlaba por completo la vida de las personas. Y lo más importante era que sus relaciones eran muy cercanas....

David no la miró, por lo que no se dio cuenta de que la persona que había venido esta vez no era una dama de la familia García, sino Silvia.

Los demás, al ver que Silvia no decia nada en absoluto, continuaron burländose: -¿Esta heredera será muda?

Silvia pensó que ya había llegado, y que el padre de Viviana no debería meterse en problemas con ella, así que se dio la vuelta para irse. Sin embargo, un hombre bastante ebrio de repente se interpuso en su camino.

-Señorita García, ¿no estás aquí para tener una cita con el señor Nápoles? ¡No puedes irte sin mostrarte! ¡Quitate de inmediato la mascarilla!

Y antes de que ella pudiera reaccionar, él intentó quitarle la

M

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mascarilla.

La multitud a su alrededor comenzó a animarlo: -¡Vamos, veamos si

es muda!

El hombre no solo intentaba quitarle la mascarilla a Silvia, sino que también la abrazaba con fuerza y lascivia, quería aprovecharse de

ella.

Mientras tanto, afuera del restaurante, en un coche discreto, Eduardo

frunció el ceño al escuchar las voces a través de su auricular. Se volteó hacia Oscar y dijo: -Espérame aquí.

Oscar afirmó: -De acuerdo.

Dentro del restaurante, el hombre arrancó la mascarilla de Silvia y quedó totalmente sorprendido al ver su rostro delicado y hermoso. Sin embargo, continuó con su intento de quitarle bruscamente la ropa. Pero al instante, fue arrojado a varios metros de distancia.

-¡Cof...! ¿Quién me pateó?

Eduardo protegió a Silvia detrás de él, su presencia imponente dejó a todos ep qompleto silencio en la escena.

El hombre que fue pateado en el suelo no estaba dispuesto a dars por vencido y estaba a punto de llamar a los guardias de segurida Read the latest

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Repentinamente, otro hombre, al ver el rostro hermoso de Silvia, habló: -Ella... se parece a Silvia.

la

La antigua heredera de la familia

Orellana era conocida por mayoría de

los jóvenes adinerados de Brasmo, después de todo, ¿ quién no querría

ser el yerno de la familia Orellana? Aunque la fortuna de la familia Orellana habia disminuido

significativamente y Silvia se había

casado con Julio, todavia había

personas que la reconocían,

especialmente aquellos que solían

intimidarla junto con David en el

pasado. The content is on

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Sin embargo, todos aquí sabían que la heredera de la familia Orellana

había fallecido tristemente hacía cinco años...

Cuando estas palabras fueron dichas, David, que estaba jugando

cartas en el asiento principal, ignorando completamente el alboroto, giró la cabeza para mirar.

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