Chapter Capítulo 8
Diego, con los ojos enrojecidos, abrazó a mi madre con fuerza.
En ese momento, algo pareció despertar en mi interior.
Mirando a Diego, solo tenía un pensamiento:
En esta vida, él es el elegido.
Luego vinteron los siete años on los que me humillé por amor.
Bin sudo que sur le pasa Dinge cuando era joven y por qué resultó tan gravemente herido. El quendi allein to y‘ nummen le fencionamos.
Alegreen pote proqueño puedo de montaña, inmediatamente me senti renovado.
feliz a la gente,
La moldinda que habin etude presionando en mi corazón durante mucho tiempo finalmente se disipó Quieurcomcoutim de memoria el lugar donde viviamos mi madre y yo.
Pran ho posudo od temper y el lugar ha cambiado tanto que ya no lo encuentro.
Mangi, do domains culpafie,
Con le urma on mis brazos encontré una tierra rodeada de montañas y ríos, con pájaros cantando y flores frapantes
Sentent la un y se colocó un ramo de flores sobre el montículo.
Al ver a mi mudre realmente volver al polvo, mi corazón sintió inexplicablemente que le faltaba una
epin que perder algo es una parte esencial del crecimiento?
Pero, mamá, todo lo que empezó aquí debe terminar aquí.>
Asi, me quaté en este pequeño pueblo y comencé mi vida como maestra voluntaria.
La vida ora semilla, pero plea
jenom que la felicidad era compartir la vida con una persona, en armonía, con una familia feliz. Porn Diego siempre estaba ocupado.
Gempardocom su trabajo.
Dujouo.com Leticia
Abeta bido en innumerables responsabilidades.
Nunca tenia femper para ti.
Asi que la felicidad pare in dificil de alcanzar.
Abois creo que la felicidad son las sonrisas de los niños, el reconocimiento de los padres, la
Bransmisión del comer imiento, y ver crecer sanos a los niños.
En realidad, la felicidad puede ser muy simple.
Aqui, des ulai que vivir para mi misma era una cosa tan libre y alegre.
Me gustaria vivir asi, on esta simple felicidad, para siempre.
Per el destino no siempre concede nuestros deseos.
Mi vida feliz no duró mucho antes de ser interrumpida.
Ken noche, cuando volvia a casa después de clase, Leticia apareció.
Me miró con una sonrisa extraña y luego todo se volvió negro.