Cariño eres multimillonario

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Capitulo 250: Ella Esta Ahi Dentro
Diego fruncié el cefio por un momento, y no solo él, Silvana también mostré una
expresion de sorpresa. Sin embargo, rapidamente recordaron el diagnéstico del
médico: aparte de algunos rasgufios, su cuerpo estaba bien, pero habla recibido
un golpe en la cabeza, lo que podria haber causado una confusion en su
memoria... Parecia que no era solo confusion, sino una pérdida de
memoria completa.
Diego eshozé una leve sonrisa.
-Te llamas Valentina Lancaster.
¢ Valentina Lancaster?
-¢Y ta quién eres?
Preguntd Valentina, justo antes de sentir un fuerte dolor de cabeza. Al tocarse,
encontré una
venda alrededor de su cabeza. No tuvo tiempo de preguntar mas, ya que el
hombre frente a ella
tomo su mano.
-Soy tu esposo, Diego Harper.
£Su esposo?
Valentina mir6 a Diego, sorprendida. Sus ojos eran tiernos y llenos de amor, pero
algo no le cuadraba a Valentina, lo que la llevo a retirar su mano de la de él. Este
gesto de rechazo dejé a Diego un poco dolido.
Justo entonces, se oy6 un golpe en la puerta, y el mayordomo Jack entré.
-Sefior, hay un visitante con apellido Mendoza afuera, dice que viene a verlo.
Apellido Mendoza.
Llegé mas rapido de lo que Diego habia anticipado. Dirigié una mirada
significativa hacial
Valentina y dijo suavemente:
-Valen, descansa. Voy a encontrarme con un amigo y luego vuelvo a verte.
Antes de salir, Diego lanzé una mirada de advertencia a Silvana. Después de
tantos afios juntos,
ella sabia lo que significaba: jno arruines mis planes!
-Mendoza... ¢ Santiago Mendoza? Jaja, un invitado distinguido, ven, te llevaré a
dar un paseo por
aqui..
Diego mostr6 una célida hospitalidad. Esta mansion era una reliquia de cien
afios, algo raro
145
incluso en Coralia.
+15 BONOS
Pero en ese momento, Santiago solo tenia a Valentina en mente. Al ver
acercarse a Diego, no lo dej6 terminar de hablar y lo interrumpio:
-¢ Donde esta Valentina?
Diego fruncié el cefio, claramente molesto.
-Don Mendoza, apenas me ves y preguntas por Valentina. Ya te dije, encontré a
un hombre, no a
la persona que buscas. Si no me crees, preglntale a mi mayordomo Jack...
Jack, al ser nombrado, se adelanté con una sonrisa respetuosa.
-Don Mendoza...
-No hace falta, la buscaré yo mismo -interrumpié Santiago con frialdad.
Tras sus palabras, Thiago sali6 de la habitacion, y pronto, los guardaespaldas de
Leones del
Desierto inundaron la mansién.
Diego se puso serio.
-Santiago, este es mi lugar, no me parece que tengas derecho a armar
escandalo aqui.
-Sefior Harper, mis disculpas por la ofensa. Cualquier compensacion o
reparacion que desee en el futuro, Mendoza se asegurara de satisfacerla -
Santiago hizo una pequefia reverencia hacia Diego y se gir6 para salir del salén.
-Sefior....
-Deja que busque. Si la encuentra, admitiré mi derrota -Diego levantd
ligeramente las cejas, su rostro mostraba una despreocupacion evidente.
Sin embargo, después de media hora de busqueda intensiva por toda la
mansion por parte de Thiago y su equipo, no encontraron a Valentina.
-¢Don Mendoza, la encontr6? -Diego se apoyo en la puerta con los brazos
cruzados, con una sonrisa en el rostro, como si disfrutara del espectaculo.
El semblante de Santiago se oscureci6 cada vez mas, a lo que la sonrisa de
Diego se hizo alin
mas brillante.
-Me da curiosidad, te importa tanto Valentina, ¢sera que te has fijado en ella?
¢Es tu mujer? — Diego pregunté con aire de chisme.
Santiago no tenia tiempo para sus juegos.
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Después de otra busqueda infructuosa, Thiago regresé con las manos vacias.
-Don, no hay rastro...
La mansion habia sido revisada de arriba abajo sin encontrar a Dofia Mendoza.
Quizas realmente no estuviera alli.
El corazén de Santiago se apreté nuevamente. Si estuviera aqui, al menos
sabria que Valentina esta segura, pero si no...
De repente, Santiago apreto los pufios, y al mirar a Diego, su tono perdio la
firmeza habitual.
-Sefior Harper, mis disculpas por antes. Si necesita algo de mi en el futuro,
contaras con todo mi esfuerzo. Valentina... ella significa mucho para mi.
Al salir Santiago, la sonrisa en el rostro de Diego se desvaneci6. Este Santiago
era diferente al de
los rumores.
Al revelar su vulnerabilidad tan abiertamente, si hubiera sido otra persona, Diego
pensaria que es un tonto, pero este era Don Mendoza.
De repente, como si hubiera comprendido algo, Diego sonrié con complicidad.
Solo cuando los hombres de Santiago se habian ido completamente, Diego se
dirigi6 hacia el estudio. Detras de una puerta secreta en el estudio estaba la
habitacion donde se encontraba Valentina.
Santiago salié de la mansion, ordenando a los demas guardaespaldas que se
fueran en sus coches. Solo dejé a Thiago con él, quedandose ambos en un
vehiculo sin mostrar intencién alguna de partir.
-Don, Dofia Mendoza ella...
-Ella esta ahi dentro -afirmé Santiago con voz firme.
Thiago no pudo ocultar su asombro.
-Pero, Don, no la encontramos...
-¢Encontraron al hombre que Diego dijo haber recogido? -pregunté Santiago.
Thiago se quedo pensativo por un momento.
-No, tampoco a él, entonces...
Pareciendo entender de repente, Thiago dijo:
-Debe haber un lugar en la mansién que no descubrimos. Iré ahora mismo...
Justo cuando Thiago estaba a punto de salir del coche. Santiago lo detuvo.
-¢Don? -Thiago miré confundido-. jDofia esta alli!
Santiago, sin embargo, tenia sus propias razones.
-Diego... no es un enemigo.
El Consorcio Industrial Mexa cuenta con su propio equipo médico. Si Valentina
estuviera herida. recibirfa el tratamiento necesario. Si hubiera verdadero peligro
para su vida, Diego no se atreveria a jugar asi con él.
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El hecho de que Diego le haya
llamado para decir que encontro a
alguien era prueba suficiente de que
Valentina no corria peligro mortal.
Por qué Diego decidia jugarle asi era
algo que a Santiago no le importaba
en ese momento. Mientras Valentina
estuviera bien, nada mas importaba.
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Tomando un profundo respiro,
Santiago finalmente pudo relajar sus
tensos nervios. Justo cuando cerré
los ojos para descansar un
momento, recibi6 una llamada de
Alonso. Inicialmente. Santiago no

,
queria contestar, pero tras un breve
momento de duda, decidi6 hacerlo.
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-¢Encontraste a Valentina? -pregunté Alonso con urgencia.
Habia descubierto que Valentina habia ido a San Miguel de Allende. Ya estaba
alli también, pero su eficiencia no se comparaba con la de Santiago y su equipo,
y desconocia el accidente de
Valentina.
Santiago, sintiendo la preocupacion de Alonso, respondié:
-De cierta manera, si.
-¢ Qué significa «de cierta manera»? -Alonso fruncié el cefio.
Sin embargo, Santiago no respondié a su pregunta y colgo el teléfono.
Alonso, con el cefio atin mas fruncido, estaba a punto de llamar de nuevo
cuando recibié una llamada de Lucia. Recordando la conferencia de prensa de
ese dia, Alonso dudé por un momento
antes de decidir colgar.
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En Coralia, en el evento de prensa de
la familia Valenzuela, se invitd a
innumerables medios. Don Raul
aparecio con Aitana, anunciando que
Aitana Lancaster era la Unica
heredera de la familial Valenzuela,
una noticia que rapidamente se
difundio por todos los medios.. The
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Casi todos hablaban de la verdadera sefiorita de la familia Valenzuela, Lucia.
Aitana, bajo los flashes de los medios, parecia una inocente flor, como una pieza
de jade puro e
inmaculado.
En la cena posterior a la conferencia, casi toda la élite de Coralia estaba
presente.