Chapter Capítulo 245
Capitulo 245: jDebe Estar Locol
Valentina, sorprendida por esa voz, se levanté bruscamente y mir hacia atrés.
Aunque un biombo los separaba, y solo podia ver la vaga silueta de Santiago, no
vela sus rasgos
claramente. Justo cuando pensaba acercarse, la voz de don Mendoza la detuvo:
-Por favor, sefiorita Lancaster, tome asiento.
Su tono, profundo y autoritario, la hizo fruncir el cefio. ¢ Quedarse sentada? Si
eso significaba no tener que enfrentarse directamente a don Mendoza, preferia
esta opcion.
-Gracias, don Mendoza.
Dijo Valentina, agradecida por la distancia que les permitia cierta seguridad,
dandole tiempo para
reaccionar en caso de necesidad.
Santiago, ajeno a los pensamientos de Valentina, se complacié con la atmésfera
que habia
creado.
Aunque personalmente no le gustaban los adornos florales excesivos, sabia que
a Valentina le
encantarian.
Luego, con un chasquido de dedos, la musica de un violin comenz6 a sonar,
afiadiendo una capa
extra de romanticismo al ambiente.
Valentina, que habia estado momentaneamente aliviada, sinti6 como su corazon
se aceleraba
de nuevo.
¢Qué intenciones tenfa don Mendoza con todo esto? La inquietud crecié dentro
de ella, al punto que ni siquiera los exquisitos platillos delante de ella lograban
despertar su apetito, como si cada.
bocado fuera veneno.
Finalmente, Valentina encontré el coraje para hablar:
-Don Mendoza...
Su llamado fue respondido de inmediato.
-¢Hmm?
La voz de Santiago se suaviz6 involuntariamente, pero para Valentina, sonaba
como un lobo feroz disfrazado de cordero, sonriendo ante su presa. Un
escalofrio recorri6 su espina dorsal.
Tomando aire, Valentina se lanzé:
-Don Mendoza, sé que usted me ha ayudado. Sin usted, no hubiera sido posible
descubrir la
+15 BONOS
verdad sobre mi madre. Quiero que los responsables paguen, y necesito su
ayuda para lograrlo.
Su voz era seria. Santiago dejo sus cubiertos.
-Estoy més que dispuesto a ayudarte, no solo con esto sino con cualquier cosa
que necesites en
el futuro.
Valentina se sintié alin mas insegura. Rapidamente, intenté corregirlo:
-No, no, eso no sera necesario, con esto es mas que suficiente.
Santiago truncié el cefio, habia esperado causar una buena impresion, pero ella
se apresuraba a rechazarlo, lo que realmente lastimaba. Lo que vino después
fue alin mas desgarrador:
-Don Mendoza, estoy dispuesta a recompensarte, haria cualquier cosa, pero hay
algo que debo aclarar, ya estoy casada. Mi esposo y yo nos llevamos muy bien,
y estamos a punto de celebrar nuestra boda..-Valentina hablé muy rapidamente.
Ella estaba de espaldas al biombo que separaba a don Mendoza, y aunque la
musica del violin
habia ces en algiin momento desconocido, dejando solo el sonido de su voz y el
latido
acelerado de su corazon en el aire.
El silencio del otro lado del biombo hizo que Valentina tuviera ain mas
dificultades para percibir
el estado de animo de don Mendoza.
Santiago no sabia si reir o llorar.
Valentina habia sido clara, y si él no pudiera entender eso, no serfa digno de su
renombre en el
mundo de los negocios.
Después de un momento de silencio, finalmente dijo:
-¢ Asi que ty tu esposo... tienen una buena relacion?
-Si, muy buena -respondié Valentina rapidamente, como si temiera que cualquier
hesitacion
pudiera ser mal interpretada.
Valentina pensaba que con esto, don Mendoza retraeria sus intenciones. Sin
embargo, su voz
reson6 una vez mas desde detréas del biombo:
-Nuestra relacion también puede ser muy buena.
Valentina quedé desconcertada. ¢ Qué quiso decir con eso? ¢Era como ella
temia?
-Lo amo mucho, y él es el nico a quien amaré en mi vida -declaré Valentina,
intentando reafirmar su posicion.
-Oh, ¢es asi?
Santiago levanté una ceja, sintiéndose extrafiamente agitado. Era la primera vez
que Valentinal deca que lo amaba, aunque ella estaba hablando de su esposo y
no de Santiago como don
Mendoza.
-Si—dijo Valentina con voz firme. La imagen de su esposo aparecié en su mente,
y sin darse cuenta, una sonrisa se eshoz6 en su rostro.
-Entonces, dime. ¢qué es lo que amas de él? -pregunté Santiago, intentando
desviar la
conversacion de su derrota momentanea.
-Es... muy guapo -Més que cualquier estrella de cine.
Santiago fruncié el cefio.
-Quizés yo también soy guapo.
Recordando su primera impresion de don Mendoza y su enmascarada
apariencia en cada encuentro posterior, Valentina murmuro:
-Nunca he visto tu rostro.
-¢Mhm? -Santiago no escuché claramente.
Sin posibilidad de repetirlo, Valentina declaré en voz alta:
-Aunque fueras guapo, no podrias superarlo.
Visit Novelxo.org to read full content.
Santiago quedo en silencio. Thiago
habia asegurado que nada en el
restaurante pudiera reflejar su
imagen, frustrando cualquier intento
de Santiago de compararse con el
esposo de Valentina The content is
on Novelxo.org! Read the latest
chapter there!
en su mente.
Pero, ¢eso era todo para ella, solo su apariencia?
-Solo un rostro bonito, yo puedo ofrecerte mucho mas -dijo Santiago cori cierta
provocacion.
Valentina no se dejé impresionar. ¢ Mucho mas?
-¢Incluso el titulo de esposa? -Valentina se atrevié a decir, pensando que el
interés de don Mendoza era pasajero.
Pero tan pronto como lo dijo, se arrepintié. Cuando la firme voz de don Mendoza
afirmé «Por supuesto» desde detras del biombo, su arrepentimiento crecio.
Casi instintivamente. Valentina elev su tono, insistiendo:
-iEso no esta bien!
Visit Novelxo.org to read full content.
-¢Por qué no? -Santiago levantd una
ceja-. Podria organizar para ti una
boda, la boda del siglo. {Qué tipo de
boda te gustaria? ; Moderna?
¢Clasica? ;En un castillo 0 en una
isla? The content is on
Novelxo.org! Read the latest
chapter there!
Inicialmente, Santiago habla pretendido bromear, pero a medida que hablaba, se
volvia sinceramente curioso sobre sus preferencias.
Visit Novelxo.org to read full content.
La serie de opciones lanzadas por
Santiago dejo a Valentina sin
palabras, confundida y abrumada. En
un impulso, se levanto y, agarrando
su bolso, corri6 hacia la salida como
si temiera que cada segundo de
demora la llevara directamente al
altar con don Mendoza. The content
is on Novelxo.org! Read the latest
chapter there!
Mientras corria, Valentina apenas podia ordenar sus pensamientos.
¢Qué estaba pasando? Siempre habia creido que don Mendoza la vela solo
como un capricho temporal, pero su seriedad al hablar de una boda la aterrorizé.
-Este don Mendoza... jdebe estar loco!
Valentina se detuvo al pie de las escaleras, mirando hacia atras al hotel que
habia dejado atras. -Loco, definitivamente esta loco—concluy6, incapaz de
encontrar otra explicacion.