FULL NOVELXO Chapter Capítulo 50
Capítulo 50
“¡Miren! ¡Ahí está el presidente de Joyas Imperiales!”
“¿Qué hace aqui el Sr. Navarro? ¡Este hombre es tan guapo que me da un paro cardíaco!”
*Joyas Imperiales es el jurado del gran concurso de joyería, ¿necesita el Sr. Navarro alguna razón para asistir a su propia ceremonia de premiación?”
“Con la llegada del rey, todo se ilumina.”
Serena se recuperò de su asombro entre los gritos, mientras Rocío la arrastraba rápidamente hacia el centro del evento, Ay, mi idolo!”
“Serenita, ¿podría ser que tu archienemiga vino a darte su apoyo?”
Serena se quedó cegada por el brillo de aquel hombre, y con una sonrisa amarga le dijo a Rocío, “¿Cómo podria actuar de esa manera?*
Rocío torció la boca, Tienes razón. Si ni siquiera asistió a las preliminares, ¿por qué aparecería de repente en la ceremonia de premiación?”
Serena también estaba confundida, observando la figura del hombre en el escenario, vestido con un traje negro, alto y distinguido.
Se ajustaba la corbata, sentándose con elegancia. Bajo las luces, su rostro anguloso, nariz recta y labios finos, con rasgos profundos. El hombre era deslumbrante sin importar cuánto lo miraras.
De repente, su mirada cruzó la multitud y se posó en Serena por un instante, oscura y penetrante.
Serena se quedó paralizada. ¿Había visto mal?
Él desvió la mirada y cogió su teléfono, frunciendo el ceño mientras tecleaba unos mensajes.
Perdida en sus pensamientos, Serena vio cómo un trabajador traía dos sillas y las colocaba justo en el centro del área de espectadores, invitándolas a sentarse.
“Serenita, ¿quién será el altruista que te da un asiento en primera fila, a ti que estás a punto de ser
despedida?” Rocío preguntó.
Serena estaba igual de confundida, “Debe haber un error.”
Sintió de nuevo una mirada imponente sobre ella y, al levantar la vista, ya no estaba.
Los pequeños movimientos de este lado pasaron inadvertidos para Celina, que estaba ocupada aceptando felicitaciones de todos lados.
Entonces el presentador anunció, “Ahora, el Sr. Navarro anunciará los resultados del concurso.”
El silencio se apoderó del lugar, y Celina sintió su corazón palpitar al límite. El hombre hermoso y distinguido en la posición de honor la había cautivado tanto que incluso olvidó la buena apariencia de Alexander a su lado. Su corazón de niña estaba alborotado.
“Celina, el mismísimo Sr. Navarro te entregará el primer premio. ¡Qué envidia! Y también tienes un prometido perfecto.
“Josefa, qué suerte tienes de tener como nuera una diseñadora de joyas tan talentosa.”
Josefa, que amaba ser el centro de atención, irradiaba orgullo.
Celina estaba en la cima de su orgullo, y con voz melosa se jactó, “Señora, cuando suba al escenario para dar mi discurso de aceptación, me encantaría invitarla a unirse a mí.”
Era una oportunidad para ganar prestigio, y Josefa aceptó con alegría.
Con ansias, Celina se levantó y salió de la audiencia. Miró a Serena con una sonrisa maléfica
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Capitulo 50
Pero el Sr. Navarro estaba tardando en anunciar el premio.
Celina estaba casi en el escenario y comenzó a sentirse incómoda.
Entonces, la potente voz del hombre resonó en el escenario, “¿Dónde está Serena? Levanta la mano, por favor.”
Celina se quedó atónita.
Su archienemigo de repente la llamó por su nombre con una voz magnética, y Serena también se sorprendió.
Ella levantó la vista hacia aquel hombre deslumbrante.
Levantó la mano sin saber qué hacer.
“Bueno,“, dijo el hombre de manera breve y sin expresión.
¿Qué significaba eso?
Celina estaba avergonzada en este momento. Valentino era un magnate en el mundo de los negocios, y sus intenciones nunca eran claras para nadie, pero ella pronto supuso que el Sr. Navarro estaba a punto de descalificar a Serena.
El público también especulaba.
“El Sr. Navarro va a expulsar a Serena, ¿verdad? Después de todo, con una manzana podrida, ¡la ceremonia de premiación se mancharía!”
Celina, viendo que todos pensaban lo mismo, se estabilizó y miró a Serena con una sonrisa fría, levantando el …… micrófono y preguntando con una falsa preocupación, “¿Sr. Navarro, va a despedir a la plagiaria primero? ¿Podría pedirle que perdone a mi hermana por esta vez?”
“Sí, voy a expulsar a la plagiaria.” El hombre ni siquiera la miró, con un rostro frío levantó la mano para señalar a su asistente.
El asistente de inmediato proyectó en la pantalla grande.
Todos de repente se concentraron en la pantalla grande.
La asistente habló con voz clara: “El señor Navarro quiere revelar la lista de los sobornos a los jueces. Aquí tenemos las grabaciones de seguridad del 1 de octubre de Joyas Imperiales. Vemos que el presidente de Joyas Elegante, Alexander, y la concursante Celina entregaron una pintura de paisaje valuada en 2.6 millones de dólares a la oficina del señor Navarro por la mañana, intentando comprar el primer lugar. Joyas Imperiales aceptó la pintura, pero solamente para tener pruebas.”
Celina palideció de inmediato, retrocedió dos pasos, completamente atónita.
Debajo, el murmullo creció, pero antes de que pudiera estallar,
La pantalla gigante mostró la siguiente evidencia: “La obra ganadora del concurso, el Diamante Estilo Nacional, fue registrada en los archivos de Celina con fecha del 2 de octubre. ¡Pero el señor Navarro recibió la idea original de Serena el 28 de septiembre, y hay correos electrónicos que lo demuestran!”
Ahora fue el turno de Serena de quedarse perpleja. Ella miró fijamente la pantalla, ¿cómo podría su archienemigo tener el borrador original que le consultó a N aquel día?
La asistente transmitió en vivo la tercera noticia, “El juez principal del concurso, Carlos, ha aceptado sobornos para ayudar a Celina a hacer trampa. ¡Ya está siendo investigado por la policía y será detenido de inmediato!”
En el podio aparecieron dos oficiales que esposaron y se llevaron a Carlos, aún sin poder creer lo que estaba sucediendo.
Carlos era un hombre respetado y de alta posición, ¡y fue llevado sin más!
Las miradas de todos, apenas comprendiendo lo que estaba sucediendo, se fijaron en el hombre sentado en la silla presidencial.
El silencio era sepulcral, muchos estaban paralizados ante este giro inesperado.
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Celina estaba pálida como un fantasma, su mente un torbellino, mirando hacia aquel hombre distinguido y temible. No entendía cómo con solo tres frases él la había mandado del cielo al infierno.
Ella estaba destinada a brillar, era la ganadora del primer premio.
Pero al ver las pruebas irrefutables en la pantalla grande, un sudor frío la recorrió, y tropezando con el dobladillo de su vestido, cayó al suelo como si estuviera en un congelador.
Fue entonces cuando los periodistas reaccionaron.
¡La sala estalló!
“Por favor, señor Navarro, ¿es esto cierto? ¿Celina le sobornó, robó la obra de Serena y luego, a través de Carlos, hizo trampa, convirtiendo a Serena en la acusada de plagio?”
La pregunta del periodista hizo que incluso los espectadores más lentos captaran la situación.
Todos contuvieron la respiración, exclamaron y miraron a Celina con asombro.
La imagen de Celina caída en el suelo era el retrato de su culpa.
“No es cierto, yo no he hecho nada, no he plagiado a Serena…” Celina se levantó, intentando mantener su imagen.
Los periodistas la rodearon, “Pero el señor Navarro ha presentado las pruebas personalmente. ¿Cómo lo explicas, Celina?”
Celina miró hacia Valentino, sin atreverse a negar nada de lo que había dicho.
¡Si ofendía al señor Navarro otra vez, Joyas Elegante no tendría futuro!
Los periodistas ante su silencio preguntaron, “Entonces, Celina, ¿robaste intencionadamente? ¿Por qué plagiar a Serena? Se supone que eres una diseñadora talentosa, ¿no?”
“¿Por qué preguntar? Dios mío, ¡todos fuimos engañados por su apariencia inocente! ¿Quizás siempre ha estado plagiando a Serena?” Un espectador especuló.
Los periodistas rápidamente se dirigieron hacia Serena, “Señorita Serena, ¿fue usted injustamente acusada?”
Rocío apretó la mano de Serena con fuerza, los ojos empañados de emoción, ¡la oportunidad había llegado! Serena se mantuvo serena y miró fríamente a Celina, “El diseño de Estilo Nacional es mi creación original, y tengo la suerte de que el presidente de Joyas Imperiales lo haya confirmado. He sido difamada, nunca he plagiado, al contrario, quien me ha plagiado siempre ha sido ella.”
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