Chapter Ultimas 108
Capítulo 108
“Sangre! ¡Está sangrando!”
sé quién gritó de repente a un lado, pero solo entonces, Miriam se dio cuenta de que tenía sangre en las piernas.
Temblorosa, tocó su pierna y, al ver la sangre en su mano, casi se desmayó del susto. Un guardia de seguridad la sostuvo rápidamente.
Di unos pasos hacia adelante, y viendo que su situación realmente no era buena, saqué mi celular, “¿Llamo al 120? Hay una embarazada sangrando en… en el salón del Edificio Grupo Vargas…”
Antes de que pudiera terminar de hablar, Miriam se lanzó repentinamente hacia donde yo estaba parada, y como estaba completamente desprevenida, fui derribada al suelo.
Bang…
En ese momento mi cuerpo cayó pesadamente al suelo, y pude sentir como si me estuvieran desmantelando.
“Iris, ¿cómo te atreviste a empujarme? ¡Tú, desgraciada! ¡Lastimaste a mi bebé! ¡Fuiste tú quien me empujó! ¡Voy a llamar a la policía, voy a denunciarte!”
Miriam me arrancó la peluca e intentó golpearme, pero Jonathan la detuvo.
“¿Qué están esperando? ¡Llévenia al hospital!” Dijo con una voz fría y cargada de ira.
Todavía estaba un poco mareada, y mi vista se oscurecía por momentos, pero Jonathan rápidamente me ayudó a levantarme.
En ese momento, vi a Oliver correr hacia Miriam, la levantó y salió corriendo por la puerta.
“Iris, ¿cómo estás? ¿Te lastimaste?”
Jonathan incluso quiso revisar mis heridas, pero yo aguanté el dolor y lo empujé.
“Vayamos al hospital todos juntos.”
“Oliver ya se fue.”
Lo que Oliver quería era simplemente usar a Miriam para crear confusión, si eso me llevaba al divorcio, mejor.
Después de todo, una señora Vargas como Miriam solo sería una vergüenza continua para él, lo que lo beneficiaría aún más.
Su esposa era una dama de una familia distinguida, y tenían un hijo para continuar con el negocio familiar, lo que lo hacía sentir superior a Jonathan.
Si lo ves de esa forma, Mohamed probablemente lo consideraría un sucesor más adecuado.
Aparte de no ser tan cercano a Jonathan por sangre, y no tan capaz como él, en otros aspectos era superior.
Jonathan apretó fuertemente mi mano y luego me levantó en brazos.
“Iremos juntos.” Al llegar al hospital, aparte de sentir un poco de dolor en mi brazo, no tenía nada más.
Los Vargas llegaron incluso más rápido, Mohamed, Manuel y la familia de Francisco, todos estaban allí. Al verme apresurarme, Jasmina se acercó directamente, y mirándome con furia, dijo, “Iris, realmente eres malvada. Miriam llevaba en su vientre la semilla de la familia Vargas, ¿cómo te atreviste a hacer algo así?”
Manuel también resopló, “Esto no se va a quedar así.”
No tenía ni idea de qué estaban hablando, acaso podía haber empujado a Miriam estando a diez metros de distancia?
Mohamed me observó con desdén, claramente enfadado.
Ese era el nieto que había estado esperado con ansias, si algo realmente salía mal, todos sufrirían las consecuencias.
“Abuelo, esto no tiene nada que ver con Iris.”
Jonathan se adelantó un poco, protegiéndome detrás de él.
“No te preocupes, no pasará nada.”
“Los familiares de la paciente necesitan firmar, la embarazada necesita realizarse un aborto.”
Cuando la enfermera salió a decir esas palabras, todos miraron instintivamente a Jonathan.
En ese momento frunci el ceño, sintiendo que había algo sospechoso en todo eso. Miriam era joven y solía ser muy activa, ¿cómo era posible que hubiera perdido al
bebé tan fácilmente?
Después de un rato, finalmente la sacaron del quirófano.
A diferencia de lo que uno se puede imaginar de una chica que acaba de abortar, ella se veia bastante bien, y con los ojos llenos odio, dijo, “Iris, ¿por qué me
empujaste? ¿No sabias que estaba embarazada?”
“Doctor, mejor hagale una tomografía, temo que se haya dañado el cerebro.”
Luego miré a Miriam sin expresión, “Yo estaba a diez metros de distancia, te caíste por tu cuenta, ¿cómo es que tienes la cara para culparme por esto? El delirio de persecución se puede tratar, no pierdas la esperanza.”
Mis palabras hicieron que Manuel y Jasmina se enojaran aún más.
“Iris, ¿qué clase de comentario es ese? ¿No tienes ni un poco de compasión?”
“¡Le hiciste daño al hijo de Miriam, ese hijo era un miembro de la familia Vargas!” “La empresa tiene cámaras de seguridad, definitivamente no estoy tirando piedras y escondiendo la mano, no pueden culparme de nada. Si creen que no es justo, entonces llamen a la policía.”
En ese momento di un paso atrás, no queria seguir discutiendo con ellos.
¿Y qué si llamaban a la policía?
¿Qué podrían decir? ¿Que la señora presidenta del Grupo Vargas había tirado piedras y escondido la mano para lastimar al hijo de la amante de su marido? ¿Quién iba va a creer eso?
Justo cuando estuve a punto de irme, no sé cómo, pero Miriam se lanzó desde la cama hacia donde yo estaba parada.
“Iris, ¡quiero que pagues con tu vida, que pagues por la vida de mi hijo!”
Instintivamente me cubrí la peluca recién colocada, mientras Jonathan ya se había puesto en frente mio, agarrándola del brazo y llevándosela de vuelta.
“¿Ya terminaste de hacer un escándalo? ¿Estás loca?”
Iris no lastimó a tu hijo, fuiste tú quien se lo buscó. Te daré suficiente dinero paral que desaparezcas para siempre y no vuelvas a molestar a mi esposa.”
Esa vez no solo Miriam se quedó pasmada, sino que yo también.
Jonathan me habia defendiendo y además quería que Miriam se fuera?
Viendo que no habia ni un ápice de compasión en sus ojos, casi me lo creí.
Acababa de perder a un hijo, ¿cómo podía estar tan calmado?
Las lágrimas de Miriam cayeron una tras otra, y su mirada volvió vacía.
“Jon, nuestro hijo…”
“Solo era un embrión, y además, ¿Cómo puedes estar segura de que era mío?”
La voz de Jonathan sonó sin emociones, y el cuerpo de Miriam tembló.
Luego, clavándome una mirada venenose, me dijo, “Iris, ¡todo esto es por tu culpa! Tú, prostituta. ¡Definitivamente te haré pagar por lo que le hiciste a mi hijo, no te dejaré vivir en paz!”